En su segundo día de visita a Cuba,   Benedicto XVI suplicó  a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de la isla, por los “cubanos privados de libertad”, rogándole que este país avance “por caminos de renovación y esperanza” en el futuro y también oró por el vecino pueblo de Haití.

El Sumo Pontífice expresó  que ha suplicado a la Virgen por las necesidades de los que sufren, de los que están separados de sus seres queridos o pasan por graves momentos de dificultad.

Desde El Cobre (a 18 km de Santiago de Cuba), precursor de la rebeldía esclava en Cuba, Benedicto XVI  recordó también  a los descendientes de esos hijos de África y a los haitianos que aún sufren las consecuencias del terremoto de 2010.

Tras una eucaristía privada, el Papa subió como peregrino de la Caridad al Santuario de la Virgen Mambisa, donde fue recibido por monseñor Dionisio García, arzobispo de esta ciudad y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, y monseñor Jorge Palma, capellán del recinto.

Ante los pies de la imagen de la deidad, el Santo Padre oró acompañado por su séquito personal y todos los obispos cubanos.  Al dirigirse a los hombres y mujeres concentrados frente a la Basílica, Su Santidad expresó  que la presencia de la Virgen Patrona es un regalo del cielo para los cubanos, quienes encomendados a ella construirán el futuro por caminos de renovación y esperanza, por el mayor bien para todos.

Benedicto XVI también rezó a la virgen para que los jóvenes “no sucumban a propuestas que dejan la tristeza tras de sí, en alusión a la droga, el hedonismo, la prostitución y la permisividad sexual”, que la Iglesia condena.

Al filo del mediodía, el Sumo Pontífice arribó a bordo de un avión de Alitalia al Aeropuerto Internacional José Martí, de La Habana,  donde fue recibido por autoridades del Gobierno y la Iglesia Católica.

El Jefe de Estado del Vaticano  tenía previsto  una amplia agenda, que incluía un  encuentro con el presidente cubano Raúl Castro y varios obispos, líderes religiosos y otras personalidades. 

Para hoy, a las 09:00, Su Santidad oficiará una misa en la Plaza de la Revolución José Martí, donde se espera una multitudinaria asistencia.

Tras las especulaciones de un  posible encuentro  entre el Sumo Pontífice, Fidel Castro y Hugo Chávez, el presidente de Venezuela afirmó ayer  que no interferirá en la agenda de Benedicto XVI.

“El Papa es un jefe de Estado, yo soy un jefe de Estado, Raúl (Castro) es un jefe de Estado, ellos tienen su agenda, no voy a estar interfiriendo para nada, sólo saludo a Benedicto XVI y saludo su presencia en esta Cuba amada”, resaltó el mandatario, quien  se encuentra en Cuba en tratamiento contra un cáncer. El Papa realiza su viaje apostólico número 23, el segundo a Latinoamérica después del realizado a Brasil en 2007.