El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, recibió el apoyo de los comisarios para crear el grupo de trabajo para Chipre, a fin de aliviar las consecuencias sociales del shock económico que sufrirá el país por el rescate.

La portavoz comunitaria Pia Ahrenkilde explicó en la rueda de prensa diaria que el colegio de comisarios abordó en su reunión de hoy el caso de Chipre y dio su respaldo a Barroso para la creación de ese grupo de trabajo, que tiene el fin de proveer asistencia técnica a Nicosia en la implementación del rescate y en las maneras de generar crecimiento y empleo en la medida de lo posible.

Barroso ya indicó el pasado lunes, tras el acuerdo sobre el rescate que se acordó en la madrugada entre la eurozona, el Fondo Monetario Internacional y Nicosia, que los desafíos a los que debe hacer frente el país mediterráneo "son inmensos", pero "puede contar con el apoyo de la Unión Europea".

El rescate a Chipre, que representa el 55 % del PIB de la isla, no tiene por fin solamente garantizar la estabilidad financiera del país, sino también reconstruir su economía, recordó en aquella ocasión Barroso, quien prometió movilizar todos los instrumentos disponibles para ayudar a Nicosia a lograr este fin.

"Queremos aliviar las consecuencias sociales del shock económico al movilizar fondos de los instrumentos de la UE y al apoyar los esfuerzos de las autoridades chipriotas por restaurar la estabilidad financiera, económica y social", dijo el político portugués.

El grupo de trabajo, similar al que se creó para Grecia, estará basado en Bruselas pero tendrá un equipo de apoyo en Nicosia.

Trabajará estrechamente con las autoridades chipriotas para apoyar y complementar el programa de asistencia financiera.

El equipo, de cuya coordinación se encargará el vicepresidente de la Comisión y titular de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, se centrará sobre todo en el empleo, la competitividad y el crecimiento e informará trimestralmente sobre los progresos alcanzados.