Los residentes de las islas Ábaco en Las Bahamas denuncian que no sienten la presencia del Gobierno en la catástrofe. La semana pasada, el huracán Dorian azotó la región con categoría cinco que causó 43 muertos.

“Es ridículo. Ridículo”, sentenció Martin McCafferty, un contratista que vive en Marsh Harbour, la ciudad más grande de Ábaco. “Esto es una catástrofe y -el Gobierno- debería estar aquí”.

De acuerdo con el diario The New York Times, la distribución de suministros de emergencia, como alimentos, agua y medicamentos, es     coordinada por una red de voluntarios de grupos sin fines de lucro de Las Bahamas y Estados Unidos.

El Gobierno, en contraparte, se defiende y recalcó que ya reubicó a 3.500 desplazados a Nasáu, la capital no resultó dañada por el huracán. Sin embargo, 70.000 son los perjudicados.

Diario El País informó que a las acusaciones de falta de gestión se suman las especulaciones sobre si el Gobierno  oculta información. No obstante,  el ministro de Sanidad, Duane Sands, rechazó esta hipótesis “desafortunada”.

Sands aseguró en una entrevista en el Miami Herald que “la prioridad es encontrar a los desaparecidos reportados por sus seres queridos y cuidar a los heridos, poner comida en sus estómagos y agua en sus gargantas”, no contabilizar los muertos.

 Regis Chapman, jefe de la oficina para el Caribe del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, justificó: “Es una zona turística, hay propietarios de casas con muchos recursos, por eso la respuesta de agentes privados es rápida. Y eso está muy bien, pero otra cosa es la asistencia sistémica a medio plazo, para la cual hace falta evaluar y planificar”.  

Sin embargo, algunos políticos se suman a las críticas. “Hay un completo colapso del Gobierno”, denunció en el periódico local The Tribune el exfiscal general de Bahamas Alfred Sears.

El traslado hacia EE.UU.
El sábado, 1.500 desplazados llegaron a Palm Beach (Florida) a bordo de un crucero y la agencias de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU. emitieron un comunicado pidiendo coordinación.

La medida se notificó luego de que viralizó un video que muestra a familias con niños  desembarcando del ferry con trayecto a EE.UU. por no portar papeles para viajar. Una fuente anónima confirmó a la CNN que 130 personas bajaron del barco.

Aunque los residentes de Las Bahamas no necesitan visa para ingresar a EE.UU., sí deben poseer un pasaporte válido para viajar, no tener antecedentes penales y llevar un certificado policial de los últimos seis meses.

Este último documento es complicado de tramitar ante la falta de luz e internet. Además, la mayoría perdió sus papeles en las inundaciones. (I)