Bachelet envía al Congreso chileno ley de aborto terapéutico
La presidenta Michelle Bachelet decidió enviar al Congreso una ley que despenalice el aborto terapéutico, una más de las herencias de la dictadura.
"Los hechos han demostrado que la prohibición absoluta y la criminalización de toda forma de interrupción de embarazo no han impedido ni impiden la práctica en condiciones de gran riesgo para la vida y salud de las mujeres", dijo este sábado la mandataria en un acto público en el Palacio de la Moneda.
El proyecto de ley enviado al Congreso contempla la despenalización del aborto en caso de "riesgo presente o futuro" de la vida de la madre, "malformaciones incompatibles con la vida extrauterina" y violación.
Para realizarlo, se requerirá del diagnóstico de un médico, ratificado por otro profesional; con una excepción: en caso que la mujer necesite atención inmediata por riesgo inminente de su salud, bastará con el diagnóstico de un solo médico.
Unas 16.510 mujeres ingresan al año en hospitales chilenos por embarazos de menos de 22 semanas relacionados con peligro de vida para la madre o malformaciones del feto incompatibles con la vida. Al año se registran 500 muertes por malformaciones fetales. No existen datos de embarazos por violación, ni del número de abortos clandestinos.
Reparos en caso de violación
El plazo para abortar será de 12 semanas de gestación, y en menores de 14 años se pedirá autorización paterna. Si existe violación a menores de 14 años, se alargará a 18 semanas, teniendo en cuenta que "la niñas y adolescentes muchas veces desconocen su estado", dijo Bachelet.
Mientras que las menores de 14 que no estén en el supuesto anterior tendrán 14 semanas para abortar.
El proyecto prioriza el deber de confidencialidad de los médicos por sobre la obligación de denunciar a las pacientes, y les reconoce el derecho a la objeción de conciencia. En esa situación, el centro de salud estará obligado a derivar a la paciente a un médico dispuesto a atenderla.
El tema levanta ampollas entre los sectores políticos. Los principales partidos de derecha rechazan de plano el aborto de cualquier tipo. Según la diputada de la ultraderechista UDI, María José Hoffman, el proyecto es un precedente para instalar el aborto libre en el país.
En la coalición de gobierno, el aborto por violación despierta recelos entre los democratacristianos.