Aymaras dan tregua para permitir comicios en Perú
“Ya hay tranquilidad en Puno”, dice Maritza Lima, una vendedora de golosinas en la Plaza de Armas de Puno, en el sureste de Perú, tras la decisión de los manifestantes aymaras de declarar un receso de siete días en su protesta contra la minería para no afectar los comicios presidenciales del domingo.
El comercio y la banca empezaron ayer a funcionar con normalidad, al igual que el transporte público y los mercados de abasto, aunque en las calles aún se sentía la dureza de los conflictos de los días pasados. Maritza, madre aymara de 41 años, por su parte, aprovechó ayer para vender nuevamente dulces y gaseosas, pero reconoce con pesar que los turistas, quienes mueven la economía de Puno, sobre el Lago Titicaca se han ido tras las violentas protestas de la semana pasada.
Los huelguistas, que desde hace 23 días mantenían un paro en la región de Puno (sur del país) decidieron suspender el martes temporalmente las protestas en contra de las concesiones mineras mientras se realizan las elecciones populares entre el izquierdista Ollanta Humala y la derechista Keiko Fujimori, quienes hoy cerrarán sus campañas electorales. “Hemos tomado la decisión que hasta el miércoles de la próxima semana se declara un cuarto intermedio (receso de las protestas), con el único fin de que no se pueda entrampar el proceso electoral”, afirmó en una asamblea el líder de los indígenas, Walter Aduviri. La resolución también fue anunciada por la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (Conacami).
La protesta original se inició hace tres semanas con el corte del tránsito en la frontera que une Perú y Bolivia en rechazo a un proyecto de la minera canadiense Bear Creek, porque contaminaría la zona, y que se extendió a un rechazo de toda actividad de explotación de minas y petróleo.
Para Aduviri, se trata de un receso a la espera de que el Gobierno de Alan García, que el próximo 28 de julio concluirá su gestión, acceda a promulgar un decreto supremo para el cese y cancelación de todas las concesiones mineras y petroleras en el sur de la región Puno, una de sus principales reivindicaciones.
“En eso no hay marcha atrás”, aseguró Aduviri, tras advertir de que si el Gobierno rechaza aceptar las condiciones del pueblo aymara las protestas se reanudarán el miércoles de la próxima semana. Tras el anuncio, alrededor de mil campesinos que aún permanecían en Puno retornaron en camiones a sus lugares de origen, principalmente a la frontera con Bolivia. “Puno está recuperando la tranquilidad, aunque queda el trauma que han dejado estos señores”, señaló el presidente del Gobierno Regional, Mauricio Rodríguez. Según el reporte que maneja su oficina, los saqueos han dejado unos 12 millones de dólares en pérdidas.
