“Aún estamos aquí con la frente en alto”
El líder cubano, Fidel Castro, único superviviente de la Guerra Fría, defendió ayer el papel de Cuba en la crisis de los misiles soviéticos que colocó al mundo al borde de una hecatombe nuclear.
Castro aseguró que “Cuba nada tuvo que ver con el arma nuclear” y que su conducta en aquellos dramáticos días de octubre de 1962 fue “éticamente intachable”.
“Nunca pediremos excusa a nadie por lo que hicimos. Lo cierto es que ha transcurrido medio siglo, y aún estamos aquí con la frente en alto”, escribió ayer en un artículo con fotos para desmentir rumores sobre su presunta muerte.
“Cuando aceptamos la ayuda soviética en armas, petróleo, alimentos y otros recursos, fue para defendernos de los planes yankis de invadir nuestra Patria”, agregó.
En su nota indicó que la isla de gobierno comunista en aquella época estaba “sometida a una sucia y sangrienta guerra que ese país capitalista nos impuso desde los primeros meses, y costó miles de vidas y mutilados cubanos”.
Castro aprovechó también para referirse a los rumores que han circulado en los últimos días sobre su estado de salud a los que calificó de “mentiras” e “insólitas estupideces”, en un artículo divulgado ayer en la web oficial Cubadebate.
“¡Aves de mal agüero! No recuerdo siquiera qué es un dolor de cabeza. Como constancia de cuán mentirosos son, les obsequio las fotos que acompañan este artículo”, escribe el líder cubano, de 86 años y apartado del poder desde 2006, en un texto titulado “Fidel Castro está agonizando”.
Las fotos fueron tomadas por Álex Castro -el hijo fotógrafo del líder cubano- y en ellas se ve al ex presidente al aire libre, de pie, apoyado en un bastón metálico, con sombrero de paja y vestido con camisa de cuadros y pantalón deportivo.
Fidel Castro aparece junto a unos árboles que parecen moreras y moringas, unas plantas de las que destacó sus propiedades y valores alimenticios en una de sus últimas Reflexiones, una serie de artículos que no publica desde el pasado junio.
En el texto, el presidente cubano explica que dejó de publicar Reflexiones -que comenzó a escribir durante su convalecencia tras delegar el poder hace seis años- porque no es su papel ocupar las páginas de la prensa cubana consagrada a otras tareas que requiere el país. “Me gusta escribir y escribo; me gusta estudiar y estudio”, añadió.