Cristina Fernández les entregaba 74 variedades de fármacos sin costo a jubilados y pensionados
Aumento del precio de la medicina afecta a adultos mayores argentinos
Buenos Aires.-
Los precios de los medicamentos están por las nubes en Argentina, pero los más perjudicados son los jubilados. Según un informe privado, las cincuenta medicinas más vendidas entre los adultos mayores aumentaron hasta el 236% en algunos casos, mientras que -entre mayo de 2015 y 2017- la suba promedio registrada fue de 98,9%.
La situación es aún más grave si se tiene en cuenta que el PAMI (Programa de Asistencia Médica Integral para Jubilados y Pensionados) recortó la cantidad de prestaciones, eliminó los programas de prevención de enfermedades recurrentes, limitó la cobertura de trasplantes y también la entrega de alimentos y de medicamentos gratuitos a sus afiliados. Los recortes se enmarcan en la decisión del Gobierno del presidente Mauricio Macri de “achicar el gasto” público.
Los datos del incremento surgen de un relevamiento realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria (Algec) y el Centro de Estudios para las Personas Mayores (Ceppema) y fueron publicados en exclusiva por el matutino Página 12.
En mayo pasado, un informe realizado por la Fundación Soberanía Sanitaria ya dio cuenta de incrementos de hasta el 198% en drogas para mantener controlada la presión arterial.
Según esa misma fundación, durante la gestión de la expresidenta Cristina Fernández se entregaban 74 variedades gratuitas de medicinas a jubilados y pensionados. Esa cantidad disminuyó a 27 en la actualidad. “Durante los últimos años, gracias a las políticas públicas de acceso a medicamentos, se redujo la incidencia del gasto de bolsillo en medicinas del 65% al 52%, de 2003 a 20104”, precisa el informe al que accedió EL TELÉGRAFO.
La Fundación Soberanía Sanitaria alertó también sobre la distribución del presupuesto del PAMI: “Es cuando menos llamativa: un incremento de 262% en los gastos de ‘Publicidad y Redes Sociales’ y una reducción del porcentaje del presupuesto destinado a las prestaciones sociales, que pasó del 19% en 2016 a apenas el 8% en 2017”.
Según datos coincidentes de diversas fuentes, las personas mayores de 60 años consumen entre 4 y 8 medicinas por día. Este dato adquiere real magnitud cuando se cruza con la cantidad de jubilados y pensionados que cobran el haber mínimo: el 52% del total. La mínima ronda los 6.400 pesos ($360 mensuales).
Los medicamentos que lideran la suba de precios son los que combaten las patologías cardiovasculares. Entre ellos el Atenolol, que se utiliza para atender la hipertensión.
Este fármaco subió el 236% en dos años. Lo secunda el Acenocumarol, un anticoagulante indicado para evitar accidentes cerebrovasculares en personas con arritmias.
El aumento que registró fue de 198,3%. En tercer término, la ‘Furosemida’, un diurético recetado en casos de insuficiencia cardíaca congestiva o hipertensión, aumentó el 148%. Según datos oficiales, el 33% de las defunciones en personas de 65 o más años de edad es por patologías cardiovasculares.
Las patologías del sistema respiratorio y ostearticulares también encabezan la demanda en esta franja etaria.
La semana pasada se supo que el precio de venta de la leche en Argentina es el segundo más caro del mundo en un listado de 36 países, superado solamente por Canadá. El ranking fue elaborado por el Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas del Córdoba, que tuvo en cuenta una comparación de la evolución de los precios finales del litro de leche en los últimos cinco años.
Según el trabajo del Centro de Almaceneros de Córdoba (provincia del centro del país) entre julio de 2013 y julio de 2016 hubo “un valor histórico de venta al público” acorde a la media internacional: un dólar por litro. Pero este año, el precio de la leche se disparó y hoy se ubica a $ 0,55 por encima de la media.
Los especialistas en Salud coincidieron, en las últimas horas, en señalar que tanto la suba de los alimentos de la canasta básica, entre ellos la leche, como de los medicamentos no solo perjudica el presente de los adultos mayores, sino el futuro de los más pequeños. (I)