Autoridades filipinas localizaron este jueves 34 cadáveres en la provincia de Negros Oriental (noroeste), con lo que se eleva a 63 el número de fallecidos tras el sismo de magnitud 6,8 que se registró el pasado lunes y cuyo epicentro se ubicó bajo el mar entre las céntricas islas de Negros y Cebú.

El director del Centro Nacional de Prevención de Desastres, Benito Ramos, informó que los equipos de rescate trabajan en la búsqueda de 29 cuerpos atrapados en la ciudad de Guihulngan (norte) y precisó que han descartado que los sepultados continúen con vida.

Ramos añadió que también descartan hallar con vida a 42 personas enterradas por una montaña de tierra y escombros por un alud en el pueblo La Libertad, de la misma ciudad, por lo que estima que la cifra de fallecidos siga aumentando a medida que pasen los días debido a las dificultades de rescate.

“Luchamos contra el tiempo, pero seguimos esperando que algunos sigan vivos”, agregó.

Todas las muertes ocasionadas por el sismo en las provincia de Negros Oriental, de acuerdo con el Centro de Prevención de Desastres, en su mayoría fueron causadas por desprendimientos de tierra y el derrumbe de varios edificios.

El movimiento telúrico afectó a más de 74 mil personas, destruyó por completo 974 viviendas, provocó daños en las vías públicas, puentes y cortes de electricidad en las regiones más cercanas al epicentro.