El ataque de ayer contra un colegio judío de Toulouse (sur de Francia), en el que murieron tres niños y el padre de dos de ellos, conmocionó   y provocó la suspensión de la campaña electoral  por la presidencia del país, cuya primera ronda se celebrará el 22 de abril, y que ayer  entró en su etapa oficial.

El atacante, que se desplazaba en una moto, abrió fuego contra un grupo de padres y menores de edad  que se hallaban a las puertas del colegio judío Ozar Hatorah,   en un barrio residencial de Toulouse.

Luego ingresó en el centro y persiguió a los alumnos abriendo fuego, antes de darse a la fuga en la moto. “Disparó contra todo lo que tenía por delante”, explicó el fiscal de la República, Michel Valet. Las víctimas mortales son un profesor de religión, de 30 años, y dos de sus hijas, de 3 y 6 años, así como otra niña de 10. Cinco personas están heridas, una de ellas en estado grave.

El hecho conmocionó a Francia en plena campaña. “Es toda la República francesa la que está afectada por este drama abominable”, declaró el presidente Nicolas Sarkozy, que viajó al lugar de los hechos y decretó para hoy  un minuto de silencio   en todas las escuelas de Francia.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que algunas de las víctimas del atentado en Toulouse son también ciudadanos israelíes y que telefoneará al presidente  Sarkozy para ofrecerle la ayuda necesaria en la tarea de encontrar al asesino.  “Es demasiado temprano para determinar con certeza cuáles son las circunstancias de esta acción asesina, pero por supuesto no podemos descartar que se trate de una acción motivada por el antisemitismo violento y asesino”, agregó.

Según las primeras investigaciones, una de las dos armas que llevaba el asesino, portaba munición del mismo calibre que la utilizada para matar a un militar el pasado día 11 también en Toulouse, y a otros dos, en la vecina Montauban, cuatro días más tarde, cometidos por un motorista que tampoco se quitó el casco para disparar.

Tiempo después, las autoridades informaron que se utilizó  la misma moto en el  tiroteo de la escuela como en el de los militares.

De hecho, el mismo presidente francés aludió a la similitud del modus operandi, y desde el colegio Ozar Hatorah, al que se desplazó ayer, instó a no ceder ante el terror y a hacer todo lo posible para encontrar  al autor. Los centros de culto, por su parte,  han aumentado las medidas de seguridad y los militares han recibido consignas de prudencia, según Sarkozy.

El Ministerio del Interior del país anunció inmediatamente el fortalecimiento de la vigilancia de las escuelas judías, que ya cuentan con medidas de protección en Francia.
El presidente del Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF), Richard Pasquier, señaló que el asesino puede que hubiese escogido esa escuela como con otra cualquiera, pero indicó que no puede evitar pensar que el hecho de que se trate de niños judíos “ha jugado un papel en su elección”.

La tesis antisemita fue señalada también por el candidato socialista a las presidenciales, François Hollande, que a través de sus portavoces anunció la suspensión de   los actos de campaña que estaban programados para ayer. El partido de Hollande   expresó en un comunicado su abominación por lo sucedido. 

Otra de las  principales postulantes, la líder ultraderechista Marine Le Pen, solicitó ayer  a la cadena “France 2” que cancelara el debate que tenía programado. Sin embargo,  el Consejo Constitucional no suspendió ayer el anuncio de los  diez candidatos, entre ellos tres mujeres y los dos favoritos para convertirse en jefe del Estado según las encuestas, el conservador Nicolas Sarkozy y el socialista François Hollande, para concurrir a las presidenciales.