Ataque a buques petroleros aumenta tensión entre EE.UU. e Irán
Estados Unidos acusó a Irán de estar detrás de los ataques a dos buques petroleros en el Golfo de Omán; planteará el problema ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El presidente de Irán, Hasan Rohani, por su parte, aseguró que su país no busca iniciar una guerra pero que si el conflicto estalla “dará una respuesta decisiva”.
Las explosiones, que dejaron a uno de los petroleros fuera de la vía estratégica del estrecho de Ormuz, marcaron el incidente más grave desde que la Casa Blanca advirtió a principios de mayo que Irán planeaba ataques en la región.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, hizo la acusación durante breves comentarios a los reporteros en el Departamento de Estado, describiendo los ataques como parte de “una campaña inaceptable de aumento de la tensión por parte de Irán”.
El máximo diplomático dijo que la evaluación de Estados Unidos se basa en la inteligencia, las armas que se usaron, el nivel de pericia necesaria para llevar a cabo los ataques, así como otros ataques recientes contra buques en la región que Estados Unidos atribuye a Irán.
“Ningún grupo que opera en el área tiene los recursos y la capacidad para actuar con un grado tan alto de sofisticación”, dijo Pompeo. “Esto es solo el último de una serie de ataques instigados por la República Islámica de Irán y sus sustitutos contra los intereses estadounidenses y aliados”.
Estos ataques en la zona son los segundos en menos de un mes. Las explosiones en el mar se produjeron horas antes de que Shinzo Abe, el primer ministro de Japón, se reuniera con el ayatollah Khameini, el líder supremo de Irán, en una misión diplomática para tratar de aliviar las tensiones entre Irán y Estados Unidos. Pero los esfuerzos del líder japonés parecían dar poco fruto.
El ayatollah Khameini se negó a escuchar cualquier mensaje de Donald Trump entregado por Abe, indicó el Gobierno iraní. El ayatollah también dijo que Irán no estaba buscando armas nucleares, pero “Estados Unidos no podía hacer nada” para detener a Teherán si decidía seguir un curso nuclear.
“Nadie quiere una guerra. Japón quiere tener un papel de primer plano para rebajar la tensión”, mencionó Abe el miércoles 12 de junio tras reunirse con Rohani.
Japón, que hasta hace poco importaba el 5% de su petróleo de Irán, tuvo que renunciar a esas compras para evitar las sanciones estadounidenses, que fueron reimpuestas el año pasado (2018) tras la salida de Washington del acuerdo nuclear, afirma The Washington Post.
Rohani, por su parte, aseguró que la reciente escalada de tensiones en el Golfo Pérsico es producto de la “guerra económica” encarada por Estados Unidos contra Irán.
Un paso estratégico
Los barcos, uno con bandera de las Islas Marshall y el otro con bandera de Panamá, se dirigían a Taiwán y Singapur desde Catar y Arabia Saudita, respectivamente, cuando fueron atacados cerca del estrecho de Ormuz, que conecta el Golfo de Omán con el Golfo Pérsico.
El Ministerio de Comercio de Japón indicó que las dos embarcaciones llevaban “cargamento relacionado con Japón”.
Según la Agencia de Información sobre Energía del Gobierno de Estados Unidos, por el estrecho de Ormuz, un paso de apenas 280 kilómetros de longitud y 33 kilómetros de ancho en las zonas más angostas, pasa el 35% del petróleo que transita en el mundo por vía marítima. Además, por allí pasan cientos de millones de dólares en otras mercancías.
Los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán, Catar), además de Irak e Irán, producen cerca de la cuarta parte de la producción mundial de crudo, 100 millones de barriles diarios.
La casi totalidad de sus exportaciones, de 15 millones de barriles diarios, equivalente a un tercio del suministro mundial por mar, debe pasar por el estrecho de Ormuz. (I)