México registró su primer trimestre más sangriento con 8.493 asesinatos. Es decir,  9,6% más que los 7.750 homicidios ocurridos durante el mismo período de 2018, el año más violento desde que el país empezó a recolectar los datos en 1997.

De acuerdo con cifras oficiales, recién publicadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 2018 cerró con cerca de 33.500 homicidios.

Las cifras fueron reveladas pocos días después de la llamada “Masacre de Minatitlán”, ocurrida durante una fiesta familiar el Viernes Santo. Un comando armado  asesinó a 13 personas, entre ellas un bebé.

El crimen ocurrió en el municipio de Minatitlán, ubicado en el estado de Veracruz (este). Dicho municipio y estado son gobernados desde diciembre de 2018 por el partido Morena, organización política liderada por el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien prometió reducir la criminalidad una vez que llegara al poder (diciembre de 2018).

El fiscal del estado de Veracruz, Jorge Winckler, por su parte,  precisó ayer que existe una hipótesis de que este crimen se generó por un conflicto entre el Cartel de Jalisco Nueva Generación  (CJNG o matazetas) y Los Zetas. Ambos utilizan la frontera en Nuevo Laredo para traficar droga hacia EE.UU.

La postura de López Obrador
Tras la revelación que generó numerosas críticas, López Obrador acusó a los anteriores gobiernos de México como los responsables de la violencia recibida como herencia.

A su vez, fijó un plazo de seis meses para que disminuyan los altos niveles de violencia mediante la aplicación de su estrategia de seguridad.

La estrategia gubernamental, expuesta durante una rueda de prensa,  consiste en tres puntos: acabar con la corrupción, mejorar el estado de bienestar y poner en marcha la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad que contará con 80.000 efectivos, trasladados desde unidades militares y policiales. (I)