El Gobierno autónomo de Irlanda del Norte, compuesto por políticos unionistas protestantes y republicanos católicos, entró en crisis tras la renuncia de su ministro principal, el jefe del Partido Democrático Unionista, Peter Robinson, quien abandonó su puesto luego de un asesinato vinculado al hasta ahora desarmado Ejército Republicano Irlandés (IRA).

La ministra de Finanzas norirlandesa, Arlene Foster, reemplazará de forma interina a Robinson mientras se resuelve la crisis.

El Ejecutivo sienta las bases para el funcionamiento de la Asamblea norirlandesa, creada tras el Acuerdo del Viernes Santo (1998) luego de décadas de sangrientos enfrentamientos entre protestantes unionistas y republicanos católicos.

Luego del asesinato el mes pasado de un integrante del IRA, que se sospecha fue perpetrado como acto de venganza por sus compañeros, la Administración norirlandesa quedó afectada.

Cuatro miembros de la agrupación Democrática Unionista (DUP) que pertenecían al Ejecutivo amenazaron con abandonar su puesto, junto a Robinson, generando un desbalance del poder compartido. Parte del acuerdo de republicanos y unionistas en un gobierno de unidad basado en que el Ejército paramilitar de IRA se había disuelto.

Los protestantes acusan al partido nacionalista Sinn Fein, a favor de una Irlanda unida sin lazos con Gran Bretaña y que había garantizado el fin del IRA, de estar al tanto de nuevas actividades de la organización armada. Robinson advirtió, previo a su salida, que los ministros de su partido renunciarán oficialmente al Ejecutivo si la crisis sigue sin resolverse. (I)