Asad tiene garantizada una amplia victoria en la elección presidencial
El presidente sirio, Bashar al Asad, tenía garantizada el miércoles una amplia victoria en la polémica elección presidencial del martes, que seguramente lo estimulará a intensificar su combate contra la rebelión, tras tres años de guerra civil.
La oposición y sus aliados occidentales han denunciado estos comicios, organizados únicamente en las regiones bajo control del régimen de Asad. Estados Unidos consideró que eran una "vergüenza", Francia una "farsa" y la OTAN afirmó que no reconocerá sus resultados.
Los resultados definitivos se darán a conocer en principio el jueves por la noche, pero la prensa oficial anunciaba ya una participación "muy elevada" y una "victoria" de Asad, de 48 años, que aspira a un tercer mandato de siete años.
Según Al Watan, cercano al poder, la tasa de participación se sitúa entre el 70 y el 80% en siete de las 14 gobernaciones del país asolado por más de tres años de guerra.
"El candidato Bashar al Asad se dirige hacia la victoria (...) dado el importante número de personas que votaron (por él). Solo el pueblo puede trazar el futuro del país", afirmó el diario.
Asad se enfrentaba a dos rivales, Hasan al Nuri y Maher al Hajar, dos desconocidos.
"Frente al complot, el pueblo eligió reconducir a sus dirigentes par restablecer la seguridad, luchar contra el terrorismo y reconstruir el país. Son las consignas de las próximas etapas", afirmó el ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid Muallem, citado por la prensa.
El régimen de Asad nunca reconoció al movimiento de protesta lanzado en marzo de 2011 y que, violentamente reprimido, se transformó en rebelión armada calificada de "terrorista" por el poder.