Más de un millar de libios despide a jefe de Ejército rebelde
Más de un millar de libios participó hoy en Bengasi en el funeral del jefe de las Fuerzas Armadas rebeldes, Abdel Fatah Yunis, asesinado ayer en extrañas circunstancias.
Al grito de "la sangre de los mártires no se irá en vano" los participantes en la oración del viernes celebrada en la rebautizada plaza de Tahrir (la Liberación) de Bengasi se despidieron del cadáver del general y de los dos oficiales que murieron ayer tiroteados por un grupo de hombres armados.
El imán que presidió la oración llamó a los libios a continuar unidos en la lucha a pesar de lo sucedido y a seguir avanzado hasta tomar Trípoli, donde se ha hecho fuerte el coronel Muamar al Gadafi.
Yunis, mano derecha de Gadafi, fue ministro del Interior del régimen de Trípoli hasta que el 22 de febrero anunció su paso a las filas rebeldes de cuyas fuerzas armadas se hizo cargo hasta su muerte.
El general fue dado por desaparecido la noche del miércoles, después de que fuera convocado por las autoridades rebeldes a un interrogatorio para responder por cuestiones militares.
Sin embargo, hay voces que apuntan la posibilidad de que hubiera sido llamado por sospechas sobre contactos con el régimen de Gadafi.
Asimismo, después de los disparos de anoche de varios de sus seguidores contra el hotel donde el presidente rebelde Mutafa Abdel Yalil anunció su muerte, parece que hay quien no descarta que fuera asesinado por los propios rebeldes.
Hasta el momento el régimen de Trípoli no se ha pronunciado sobre este golpe contra las fuerzas rebeldes y las autoridades de Bengasi aseguran que continúan las investigaciones y que han detenido al cabecilla del grupo agresor, pero no han dado detalles sobre las circunstancias de la muerte.