Arqueóloga dominicana espera encontrar a Cleopatra en el Egipto "democrático"
La arqueóloga dominicana Kathleen Martínez se mostró esperanzada de poder encontrar la tumba de Cleopatra en el nuevo "Egipto democrático", después de que la excavación que dirige se interrumpiera durante la revolución.
Martínez, también abogada de profesión, hizo estas afirmaciones durante una conferencia organizada por el Instituto Cervantes que tuvo lugar hoy en la sede del Ministerio Egipcio de Estado para las Antigüedades en El Cairo.
La arqueóloga lamentó que la revolución egipcia, iniciada el pasado 25 de enero y que terminó con la renuncia del presidente Hosni Mubarak el 11 de febrero, obligara a detener las excavaciones a mitad de temporada y expresó su esperanza de que su equipo pueda reanudar el trabajo al inicio de la próxima estación, en octubre o noviembre.
"La revolución egipcia ha parado el proyecto, pero estoy convencida de que no habrá ningún momento mejor para descubrir la tumba de Cleopatra que en el Egipto democrático", declaró la arqueóloga, que desde 2005 dirige las excavaciones en el yacimiento de Taposiris Magna, junto a Alejandría, en la costa mediterránea.
Cleopatra VII (69 a.C- 30 a.C.) fue el último eslabón de la dinastía Ptolomeica, que gobernó en Egipto durante tres siglos.
Mujer de gran cultura, que sabía nueve idiomas, según los textos históricos romanos, logró embelesar primero a César, con quien tuvo un hijo, y al general Marco Antonio después, con quien tuvo dos vástagos.
La experta dominicana enseñó imágenes de la evolución de las excavaciones, durante las que descubrió hasta dos kilómetros de túneles subterráneos, varias monedas con la efigie de Cleopatra y fragmentos de estatuas.
Junto a Taposiris Magna también encontró un cementerio donde se calcula que yacen un total de 2.000 cuerpos, lo que, según Martínez, es una señal de que en algún lugar cercano se encuentra la tumba de un soberano.
Martínez se declaró fascinada por el personaje de Cleopatra y por la forma en la que murió al verse prisionera del Ejército romano: "Se suicidó utilizando un áspid, una cobra egipcia, y esta es una imagen que ha hipnotizado a los arqueólogos, escritores y directores de cine a lo largo de la historia", aseguró.
La arqueóloga y abogada se mostró convencida de que el suicidio de la reina "no fue un acto desesperado" sino que constituyó "un ritual de profundo significado religioso llevado a cabo en una ceremonia muy estricta", donde la serpiente representaría la muerte.