Los rostros se multiplicaron, los de las madres, las abuelas, los nietos, mientras la emblemática Plaza de Mayo comenzaba a llenarse en honor a los miles de argentinos asesinados y desaparecidos durante la última dictadura militar.

Una larga fila se desplazaba por la céntrica avenida 9 de Julio en la capital, por la avenida de Mayo y desde otros lugares como la otrora Escuela de Mecánica de la Armada, uno de los mayores centros clandestinos de la sangrienta dictadura (1976-1983).

Las banderas y los cánticos también se sentían en otras céntricas calles como Rivadavia, Callao, Belgrano y Paseo Colón, algunas con corte total del tránsito.

En las redes sociales, las palabras "nunca más", "memoria", "golpe de Estado", "desaparecidos", "verdad" y "justicia" se repiten en cientos de mensajes convertidos en tendencia.

Las familias continúan llorando a aquellos que se fueron y nunca más pudieron ver. Tampoco saben ni siquiera donde están sus restos.

El dolor en Argentina llena hoy otra vez de nombres e imágenes las paredes y las aceras en un país que no olvida ni olvidará a sus muertos, que desde hace 42 años reclama por verdad y sobre todo justicia para aquellos que cometieron horrendos crímenes y que, en muchos casos, pagan sus penas muy cómodamente desde su casa.

Desde la sede de las Madres de Plaza de Mayo, partió hacia la marcha Hebe de Bonafini junto a sus longevas compañeras, algunas con más de 90 años.

Si me pongo a recordar lo que sucedió ese 24 de marzo, dice en un video en vivo transmitido por las redes sociales de la Asociación, es muy duro.

"En mi casa desde el día antes mi hijo me decía que algo iba a pasar, que los milicos (militares) querían tomar el poder, y de repente salió un comunicado y mi hogar se volvió un hormiguero, sabían lo que se venía. Nunca pensamos que iban a hacer capaces de tantas atrocidades", rememora Bonafini.

Más temprano habló también Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, a Radio La Imposible sobre lo que significa para ella marchar por los desaparecidos.

"Me siento convocada por la injusticia que estamos viviendo por parte de este Gobierno, porque derechos humanos es todo, es la falta de trabajo, la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado, el asesinato de Rafael Nahuel y Facundo en Tucumán. En fin, por todo el horror que están haciendo", dijo.

Y agregó: "me siento convocada más que nunca, porque si estuviera físicamente mi Alejandro (el hijo que perdió en una de las oscuras etapa de la historia de esta nación), como los 30 mil desparecidos, ahí estarían, están".

El 24 de marzo fue instituido como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia por el Congreso en 2002 para conmemorar a las víctimas del golpe genocida de 1976. (I)