La prensa tradicional argentina sabe que la “forma” puede tapar el “fondo”. En plena crisis social y económica en diciembre de 2001, con una veintena de muertos en las calles y un país en ruinas, bautizó la peor estafa bancaria de la historia nacional, que incluyó la confiscación de los ahorros de cada argentino, con una palabra de lo más simpática y en diminutivo: “corralito”. En Argentina y otros países de habla hispana esta palabra refiere a un pequeño recinto para niños de corta edad.

Sin embargo, una década después, no fue tan condescendiente cuando el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner impuso un control cambiario para evitar una fuga de dólares en medio de una crisis internacional severa y un escenario de escasez de reservas. Entonces bautizó esta medida como “cepo”, un instrumento de tortura.

Los argentinos ya dejaron atrás el “corralito” impuesto por Domingo Cavallo, exsuperministro de Economía, el todopoderoso gurú neoliberal que llevó al país a su quiebra. El último bono entregado a los ahorristas fue pagado por el gobierno “kirchnerista” en 2012. Ahora, el presidente electo, el derechista Mauricio Macri, quien recibió el respaldo del mismo Cavallo en el balotaje del domingo pasado, prometió abrir el “cepo” desde el primer día de su gestión, el 10 de diciembre, generando una gran interrogante sobre una fuerte devaluación de la moneda con el consiguiente riesgo de mayor inflación y pérdida del salario.

El designado ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, un exejecutivo de JP Morgan, reiteró que “la promesa del presidente electo es hacerlo lo antes posible. En estos días nos vamos a reunir con el equipo económico para definir cuanto antes un tipo de cambio único para el dólar. No habrá gradualismo. No vamos a tardar cinco meses en llegar a un mercado único de dólar”. Hoy el dólar oficial cotiza a 9,75 pesos frente a los 15,23 pesos del mercado negro, una brecha superior al 60%.

Macri ya eligió a quien pondrá al frente del Banco Central para “cuidar” el valor del dólar: Federico Sturzenegger, ‘exnúmero dos’ de Cavallo y que estuvo imputado en una causa por el llamado “mega-canje” de deuda en 2001 que dejó pérdidas por unos $ 50.000 millones a las arcas del Estado. Fue sobreseído por prescripción. En su mandato se recortaron las jubilaciones y los salarios estatales el 13% en el marco de un plan de “déficit cero” que terminó en una revuelta social.

Pero, ¿qué es el “cepo”? Esta medida fue decidida en noviembre de 2011 ante el incremento de una fuga de capitales en un contexto internacional desfavorable. En concreto, consiste en una serie de medidas oficiales restrictivas que traban las transacciones en moneda estadounidense. En el país austral, para comprar dólares para el ahorro o para viajes al exterior se debe pedir autorización al organismo tributario y demostrar que se tienen fondos suficientes y declarados ante el fisco. Incluso quienes usan tarjetas de crédito en el exterior sufren una retención impositiva del 35% en todas sus compras. Pero hubo además otras medidas que afectan las importaciones de bienes de consumo, del sector industrial y de servicios, lo que ha generado una andanada de críticas en el área empresarial.

La idea del equipo económico de Macri es desmontar el control cambiario, al menos para la compra y venta de divisas minoristas, desde el mismo viernes 11 de diciembre. Pero Miguel Bein, principal asesor económico del derrotado candidato presidencial “kirchnerista” Daniel Scioli, advirtió que “si se abre el cepo, el dólar llegará hasta los 20 pesos y los precios se dispararán”.

La consecuencia, afirmó, sería terrible: “Se espiralizan los precios, cae el salario real, la actividad económica y el empleo”.

Bein explicó que “la posesión de reservas del Banco Central no es la ideal (en torno a los $ 26.000 millones, según el gobierno saliente, mucho menos, según la oposición). Con ese panorama Macri “promete abrir el control de capitales y al tener baja cantidad de reservas el ajuste se produciría inexorablemente por precio”.

Agregó que “con el actual nivel de reservas, lo que generará es una devaluación grande, que, según el presidente del Banco Macro, llevaría al dólar a 15 o 20 pesos. Inmediatamente esa devaluación pasa a los productos básicos de la canasta familiar. Esos productos, que son argentinos, también se exportan, en dólares, al mundo. Entonces, es obvio, si usted vende afuera hoy a 9,6 pesos (precio del dólar oficial) y mañana a 16, naturalmente lo que vende para consumo interno también lo aumenta el 60%”.

Pero Macri ya decidió: “Habrá un único dólar para todos. El cepo ya no tiene sentido porque dejaron pelado el Banco Central. No hay más dólares. El cepo fue un error grave, pero podía tener algún sentido si todavía hubiera $ 20.000 millones, o $ 10.000 millones en el Banco Central. Hoy no dejaron nada. Qué dólares se van a cuidar con el cepo si ya no quedan dólares: ni para las importaciones, ni para el dólar ahorro, ni para nada. Cuando va un importador a pedir dólares le dicen no tengo. Así la economía está parada y nosotros queremos expandir la economía”, aseguró el presidente electo.

Los economistas de Macri estiman que el dólar único se ubicaría en torno a los 14 pesos, una devaluación del orden de 30% a 40% y afirman que no se disparará la inflación porque los formadores de precios ya calcularon sus gastos con esa proyección. La idea apunta a que este nuevo tipo de cambio, unido a la inmediata eliminación de retenciones para el trigo, maíz y las economías regionales y la baja de 5 puntos en las retenciones a la soja, lleve a los productores agropecuarios a vender entre $ 8 mil millones a $ 10 mil millones de cosechas acopiadas ante el escaso valor del dólar oficial y que pasen a engrosar las reservas. Y apuntan además a los miles de millones de dólares que los argentinos guardan “bajo el colchón” por su desconfianza en los bancos.

Pero en algo coinciden los analistas: esta medida traerá aparejado un fuerte aumento inflacionario, con un índice que este año es estimado en 20%. “El riesgo de un salto inflacionario en el verano (austral) persiste, si se considera que este año se realizaron más de 50.000 millones de importaciones al tipo de cambio oficial y otro tanto de exportaciones”, dijo el periodista y economista Maximiliano Montenegro.

“Tal vez el riesgo para Macri no sea la falta de dólares. El mayor riesgo es que se vuelva a disparar la inflación para un gobierno que tendrá al kirchnerismo en la oposición”, concluyó. (I)