Argentina salda cuentas con su pasado dictatorial
Buenos Aires.-
Argentina dio un paso más en los procesos contra los represores de la dictadura con las condenas a cadena perpetua impuestas en la histórica “megacausa” por crímenes de lesa humanidad cometidos en la ESMA (Escuela Mecánica de la Armada), el mayor centro de detención del régimen de facto.
El ex capitán de la Marina de Guerra, Alfredo Astiz, símbolo de la represión ilegal en la dictadura (1976-1983), y otros 11 militares, fueron condenados el miércoles a prisión perpetua por crímenes, torturas y secuestros, anunció el tribunal.
Según el fallo, entre las víctimas de los condenados estuvieron las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon, la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, y el escritor y periodista Rodolfo Walsh.
“Hitler se ha multiplicado en estos hombres”, expresó Sara Brodsky, de Madres de Plaza de Mayo. La reacción de apoyo a la lectura del fallo fue una explosión de lágrimas de alegría, abrazos y aplausos entre los familiares y militantes de derechos humanos, mientras gritaban “¡genocidas!” y entonaban “¡como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar!”.
Los familiares de los sentenciados, en cambio, ubicados en la bandeja superior de la sala, gritaron “¡jueces corruptos!” y “¡fuerza muchachos!” en favor de los militares, mientras cantaban el himno y arrojaban papelitos a la bandeja inferior, ocupada por dirigentes de derechos humanos.
Sobre el total de 18 acusados, dos fueron absueltos y 4 recibieron penas entre 18 y 25 años de prisión, además de las 12 condenas de por vida, tras un juicio que duró casi dos años.
Junto a Astiz, que asistió impávido a la lectura de la sentencia y llegó incluso a reírse en el banquillo por momentos, han sido condenados a perpetua los ex marinos Jorge “Tigre” Acosta y Ricardo Miguel Cavallo, extraditado desde España en 2008.
El tribunal también condenó a prisión perpetua a Antonio Pernías, Óscar Montes, Raúl Scheller, Jorge Radice, Alberto González, Néstor Savio, Adolfo Donda, Julio César Coronel y Ernesto Weber por secuestros, torturas, asesinatos y apropiación de bienes de víctimas de la dictadura.
En tanto fueron sentenciados a 25 años de prisión Manuel García Tallada y Juan Carlos Fotea, mientras que Carlos Capdevilla fue condenado a 20 años, y Juan Antonio Azic, a 18 años. En cambio, fueron absueltos los acusados Juan Carlos Rolón y Pablo García Velazco.
Astiz, conocido como “El ángel rubio de la muerte”, había sido condenado a prisión perpetua en ausencia en Francia (1990) e Italia (2007) y está considerado agente emblemático de la represión bajo la dictadura. El ex militar fue dado de baja en 1998 por haber declarado a la prensa que estaba en condiciones de “matar” y “poner bombas” si se lo ordenaran.
“La justicia es la base para una democracia. Los que han dado la vida en la dictadura no fue en vano. Es como una semilla. Son todos mártires”, expresó la monja francesa Geneviève Jeaningros, sobrina de Léonie Duquet, quien viajó a Buenos Aires para asistir a la lectura del veredicto.