Nueva York.- La mandataria argentina, Cristina Fernández, asumió ayer la presidencia pro témpore del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) donde planteó la necesidad de revisar el funcionamiento del organismo.

La gobernante instó a que todos los países miembros de las Naciones Unidas den cumplimiento a las resoluciones de la Asamblea General y recordó el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas. “Cuando en la gestión de conflictos aparece el derecho de veto, las cosas se complican”, afirmó Cristina.

Fernández destacó la “doctrina de la América del Sur” y dijo que en la región “las resoluciones se toman por unanimidad cuando hay conflictividad”, lo que “ayuda a la solución” de las controversias.

15 Estados conforman el Consejo de Seguridad de la ONU, cinco son permanentes y diez rotativos“Queremos que se repiense la lógica del Consejo de Seguridad”, manifestó Fernández, y sostuvo que el funcionamiento del organismo responde a la época de la Guerra Fría. “Hay una nueva realidad, nuevos problemas”, expresó, y cuestionó el derecho de veto que tienen los miembros permanentes del Consejo de Seguridad porque afecta “la resolución de conflictos”. Añadió que cuando la Asamblea de la ONU emite una resolución “no estamos ante opiniones discordantes” y pidió que todos los países miembros respeten las disposiciones.

Fernández también volvió a insistir en el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas, en disputa con Reino Unido. “No se trata de una postura caprichosa. Simplemente decimos que queremos que se cumpla la resolución de Naciones Unidas y que ambos países nos sentemos a discutir”, indicó la jefa de Estado.

“No quiero introducir una polémica”, advirtió la presidenta, antes de reafirmar la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, frente al embajador de Reino Unido ante la ONU, Lyall Grant, cuyo país es miembro permanente en el Consejo de Seguridad.

Después de que Fernández abriera el debate sobre la “Cooperación de las Naciones Unidas con organizaciones regionales en el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales”, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a los países participantes a “aprovechar las fortalezas colectivas”.

Ki-moon destacó el papel de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y exhortó a sellar “alianzas más flexibles e innovadoras” entre la ONU y los organismos regionales, con la convicción de que “solo por la vía de la cooperación se llegará a tener un mundo pacífico”.