El presidente argentino, Mauricio Macri, anunció el fin del “gradualismo” bajo una fuerte presión del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Tras disponer de cambios en su gabinete y jaqueado por una crisis cambiaria y un alza de la inflación, el mandatario anunció que, de ahora en más, “tenemos que ser más contundentes” para enfrentar la crisis.

“El gradualismo es el camino para cuidar a los más vulnerables”. Pero “ahora vamos por menos gradualismo, porque justamente deterioramos la confianza del mundo para acompañarnos en este proceso”, mencionó Macri al programa Periodismo para Todos, que emite los domingos en la noche el Canal 13 del Grupo Clarín.

El Gobierno argentino pasa por su peor momento a un año de las elecciones presidenciales de 2019. Con una severa devaluación del peso que derivó en la salida del presidente del Banco Central, Federico Sturzanegger, Macri realizó este fin de semana dos cambios en su gabinete, desplazó a los ministros de Producción y Energía, Francisco Cabrera (amigo personal) y el ex Ceo de Shell Juan José Aranguren. Dante Sica asumió en Producción y Javier Iguacel en Energía.

Aranguren era uno de los ministros más cuestionados del gabinete. En concreto se fustigó el hecho de que asumió el cargo teniendo participación accionaria en una empresa del sector (Shell) que él se encargaba de gestionar, en medio de un aumento de tarifas de los servicios públicos esenciales y del combustible.

El Gobierno es afectado por una nueva crisis cambiaria con un dólar imparable que ronda los 29 pesos. Al asumir en diciembre de 2015 la cotización estaba en 13,90 y en lo que va del año el alza sobrepasa el 50%.

“El mundo dice ‘como no te vamos a financiar, vos vas a tener que arreglarte con menos dólares. Y para eso tus pesos tienen que valer menos’. Entonces te hacen devaluar”, dijo el presidente.

Este lunes el nuevo titular del Banco Central, Luis Caputo, puso en marcha una batería de medidas para controlar el dólar que incluye un sistema de subastas para que los bancos puedan reponer los dólares usados para abastecer el mercado. Además logró un compromiso de liquidación de $ 4.000 millones con el sector agropexportador para junio-julio.

Macri realizará un ajuste del gasto público de más de $ 19.000 millones a tres años en el marco de su acuerdo con el FMI para un crédito por $ 50.000 millones.

Pero estos recortes chocan con una difícil realidad social derivada de los “tarifazos” de la luz, el agua y el gas, el alza del transporte y la inflación. Pero los aumentos aún no se acabaron. “Faltará un tercio para recomponer las tarifas”, admitió Macri en la entrevista.

El Gobierno preveía este año una inflación de 17%, pero tras la devaluación del peso los expertos coinciden en que el índice trepará  entre el 27% y 30%. (I)