La precarización laboral aumenta en Argentina
Según la Organización Internacional de Trabajo (OIT), durante 2018 el desempleo en América Latina y el Caribe descendió con respecto al año anterior y alcanzó un promedio del 7,8%. Sin embargo, a nivel regional, Argentina se mantiene en el grupo de países donde crece el número de personas que buscan empleo.
En el país austral, la crisis económica continúa dando muestras de su grave impacto en las condiciones de vida de la población argentina.
Al término del primer trimestre de 2019 la desocupación subió al 10,1%, desde el 9,1% de igual período del año pasado, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Estas cifras de dos dígitos son las más altas desde 2006. De acuerdo con las proyecciones del Indec, se trata de 1’961.840 desempleados, 211.000 más que los registrados entre enero y marzo de 2018. Si se incluye la población rural, el desempleo golpea más de 2 millones de personas, añade el informe.
Además, la subocupación demandante ascendió a 8,4% contra 6,8% de enero-marzo del año pasado, mientras que la subocupación no demandante alcanzó a 3,4% contra el 3% del período anterior.
“El aumento de la desocupación no es explicado por la destrucción de empleo, que solo cayó 0,1%”, observaron al diario argentino Ámbito Financiero, Nadin Argañaraz y Bruno Panighel, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
“Se observa el aumento de la población económicamente activa, lo que explica el incremento de la desocupación, ya que no se crearon nuevos puestos de trabajos demandados”, señalaron.
En ese sentido, Panighel agregó que “al sumar todos los grupos de la población económicamente activa que generan presión sobre el mercado de trabajo (desocupados abiertos + ocupados demandantes + ocupados no demandantes disponibles), la tasa aumentó del 29,9% al 33,9%”.
Si se proyectan las cifras de desocupación a la población total del país, casi 4,8 millones de habitantes tienen problemas laborales.
“Este es el verdadero problema laboral argentino, que refleja un aumento de la precarización e inestabilidad en los ingresos”, concluyó Argañaraz.
Este contexto es clave para entender el aumento de la precarización laboral: desde el empleo no registrado hasta los casos de trabajos registrados que tampoco tienen plenos derechos laborales (como obra social o jubilación).
Los analistas destacan que la suba de la desocupación genera que muchas personas acepten empleos que están lejos de ser los que desearían.
Entre las afectaciones están las liquidaciones con sueldo reducido, contratos temporales, monotributos que encubren relaciones laborales estables, intensificación abusiva de la jornada laboral, negociaciones paritarias que no cubren el aumento del costo de vida, discriminación laboral.
Mujeres, segmento afectado
Las regiones con mayor índice de desocupación son el Gran Buenos Aires y las ciudades fueguinas de Ushuaia y Río Grande.
El segmento más afectado sigue siendo el de las mujeres de 14 a 29 años, donde la desocupación alcanza al 23,1%, en contraste con los varones de esa misma franja donde el desempleo trepa al 18,5%.
Esto significa que más de la cuarta parte de ellas buscan trabajo y no logran encontrarlo. En este segmento, la desocupación aumentó 3 puntos respecto de 2018.
En cuanto a los rubros, el sector de la construcción y el del comercio reflejan el impacto de la crisis ya que llega a un 1,6% y 1,4% de desocupados, también con un incremento en el último año.
También es alta la desocupación en el sector de los servicios. Los operativos y los trabajadores no calificados son los perfiles donde más se agudiza el problema, según los datos oficiales. (I)