Argentina expresó ayer su malestar ante la actitud de la Relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que reclamó al Gobierno de Cristina Fernández reconsiderar una reforma judicial que dispone el voto popular para elegir miembros del Consejo de la Magistratura, que designa y remueve jueces, entre otras iniciativas.

La cancillería argentina tituló su declaración como “Malestar del Gobierno argentino por insólita actitud de la Relatora Especial de las Naciones Unidas” y deploró “los términos” empleados  por la funcionaria, la brasileña Gabriela Knaul.  

“Los términos del mismo se apartan no solo de los estándares de ética profesional e independencia esperados del titular de un mecanismo especial como lo es la Relatoría, sino que por su falta de imparcialidad, mesura y equilibrio representa un desvío del mandato mismo encomendado”, señaló la diplomacia argentina en su nota.     

La Cámara de Diputados votó la semana pasada y devolvió con cambios al Senado una ley que fija la elección en las urnas de 12 de los 19 miembros del Consejo de la Magistratura, organismo que nombra y destituye a los magistrados.

Knaul sostuvo  en un comunicado en Ginebra que la “disposición sobre la elección partidaria de los miembros del Consejo de la Magistratura” y “las limitaciones aprobadas a las medidas cautelares” son “contrarias a  artículos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”.

“El Estado tiene el compromiso de asegurar la independencia de la judicatura mediante el respeto de su legislación a los estándares internacionales”, dijo Knaul, quien investiga e informa sobre la independencia de los magistrados en el mundo. AFP