Árabes rechazan operación militar extranjera en Siria
Turquía y la Liga Árabe se declararon en “contra de toda intervención extranjera en Siria”, en un comunicado conjunto dado a conocer ayer al finalizar el foro de cooperación turco-árabe en Rabat (Marruecos).
Llamaron además a la adopción de “medidas urgentes para proteger a los civiles” de la represión del régimen del presidente sirio, Bashar al Asad. El foro afirma que hace falta detener el derramamiento de sangre y preservar a los ciudadanos sirios de nuevos actos de violencia y de matanzas, lo que implica la toma de medidas urgentes para garantizar la protección de los civiles.
Más de un centenar de personas ha fallecido en los últimos dos días en distintos puntos de Siria, que se suma a los más de 3.500 muertos desde que comenzaron las revueltas, en marzo pasado, según las últimas cifras de Naciones Unidas (ONU).
“Los ministros también insistieron en la importancia de la estabilidad y de la unidad de Siria, y la necesidad de encontrar una solución a la crisis, sin ninguna intervención extranjera”, según el comunicado.
En una conferencia de prensa celebrada al final del foro, el ministro de Relaciones Exteriores turco reiteró que había que detener el derramamiento de sangre en Siria.
“Condenamos todas las presiones que sufre el pueblo sirio, y condenamos los ataques contra las representaciones diplomáticas perpetrados en respuesta a la decisión de la Liga Árabe de imponer sanciones al régimen de Damasco”, enfatizó.
Varias delegaciones diplomáticas fueron atacadas en Siria por partidarios del régimen después de que la Liga Árabe anunciara, el 12 de noviembre, la suspensión de la participación del país en la organización panárabe.
Previamente, el ministro turco de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, manifestó que el régimen sirio “va a pagar muy caro lo que hizo”. Turquía interrumpió el lunes las exploraciones petroleras junto con Siria y amenazó a este país con cortar la electricidad que le suministra, tras los ataques de manifestantes progubernamentales a sus misiones diplomáticas.
La Casa Blanca expresó ayer su bienvenida a las amenazas turcas de cortar el suministro eléctrico a Siria si ese país no cesa su represión contra su pueblo.
Francia, por su parte, llamó a su embajador en Siria y cerró dos consulados tras los ataques registrados en ese país contra intereses franceses, anunció el ministro de Exteriores galo, Alain Juppé.