Ginebra/Damasco.-

El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, pidió ayer al Consejo de Seguridad del organismo que actúe con unidad para contribuir al éxito de su mediación en la crisis que afecta a ese país árabe y advirtió que hay que tratar el conflicto con mucha cautela para evitar que se amplíe a toda la región.

“Tenemos que tratar la situación con mucho cuidado. Tendemos a centrarnos en Siria, pero cualquier cálculo mal hecho que conduzca a una escalada de la violencia con impacto en la región será extremadamente difícil de manejar”,  expresó  Annan en rueda de prensa tras mantener una videoconferencia con el Consejo de Seguridad.

El ex representante de la ONU manifestó, además, que las respuestas que ha dado Damasco a sus propuestas de mediación en la crisis siria son decepcionantes hasta ahora, informaron fuentes diplomáticas. “Cuanto más fuerte y unificado sea vuestro mensaje, más oportunidad hay de cambiar la dinámica del conflicto”, declaró el ex representante de Secretaría General de la ONU.

Kofi Annan expresó que sigue discutiendo a pesar de todo y que enviará a varios representantes a Damasco la próxima semana para hablar de una eventual misión de mediación, añadieron los diplomáticos sin dar más detalles.

Mientras tanto, el Gobierno sirio manifestó ayer que está  dispuesto a colaborar con el enviado especial Kofi Annan, con el fin de solucionar la crisis en su país, difundió ayer la agencia oficial de noticias SANA.

El Ministerio sirio de Asuntos Exteriores envió un mensaje a distintos organismos de las Naciones Unidas en el que señaló que el Ejecutivo continúa esforzándose para hallar una solución política a la crisis con la colaboración de Annan y mediante el fortalecimiento de los logros democráticos, según la agencia.

Poco antes de que el enviado especial exponga los resultados iniciales de su mediación al Consejo de Seguridad de la ONU, el régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, reiteró en su mensaje que sigue en su empeño de proteger a sus ciudadanos desarmar al terrorismo y castigar a quienes lo practican.

Naciones Unidas cifra en 8.000 las personas muertas desde que las protestas comenzasen en marzo del año pasado, pero otros observadores opositores discrepan y sitúan el balance en 9.100 fallecidos. El régimen de Al Asad señaló que ha elegido entablar un diálogo nacional con la oposición para resolver los problemas que afronta Siria y recuperar la estabilidad.

Entre las medidas implantadas desde que estallaron las protestas hace un año, la misiva cita la derogación de la Ley de Emergencia, la celebración de elecciones municipales y la nueva Constitución que abre las puertas al multipartidismo. Además, el Gobierno responsabilizó a los grupos terroristas de cometer las últimas matanzas en la provincia de Homs, bastión opositor que ha sido uno de los principales objetivos militares en los últimos meses.

Mientras tanto, en las calles sirias miles de manifestantes opositores solicitaron ayer una intervención militar extranjera para derrocar al gobierno sirio. El Observatorio Sirio cifró en 15 las muertes en el país en lo transcurrido de este día.

Los activistas por su parte convocaron en su página de Facebook, Syrian Revolution 2011, protestas nacionales luego de las oraciones semanales musulmanas para demandar una intervención militar inmediata de árabes y musulmanes, seguida del resto del mundo. “El pueblo quiere la intervención militar y la caída del régimen”, corearon miles de manifestantes en Alepo, norte de Siria, comentó un activista.