El Estado Islámico reivindica el atentado en mercado navideño de Berlín
La canciller de Alemania, Angela Merkel, el ministro de Interior, Thomas de Maizière, el de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, y el alcalde la ciudad, Michael Müller, recordaron a las víctimas del ataque del lunes en Berlín, que dejó 12 muertos y 48 heridos, de los cuales 18 están en estado grave.
Las autoridades colocaron flores y firmaron el libro de condolencias ante la Iglesia Memorial (Gedächtniskirche), que está a dos pasos del lugar de la tragedia, un mercado de Navidad situado en una avenida muy comercial, la Kurfürstendamm.
Por el momento no se han revelado las identidades de las víctimas, a excepción del hombre hallado muerto en la cabina del camión, un ciudadano polaco asesinado con arma de fuego, que podría ser el titular de vehículo.
Las banderas de los edificios públicos ondeaban por la mañana a media asta, y al mediodía se celebró una ceremonia en recuerdo de las víctimas en la catedral de Saint-Hedwige, en el centro de la ciudad. En todos los estadios de la Bundesliga se hará un minuto de silencio el martes y el miércoles.
Situación confusa; EI reivindica ataque
El grupo yihadista autodenominado Estado Islámico (EI) reivindicó este martes el atentado. "Un soldado del EI cometió la operación en Berlín en respuesta a los llamados para atacar a los ciudadanos de los países de la coalición internacional" antiEI, precisó la agencia de propaganda de la organización, Amaq.
La coalición internacional encabezada por Estados Unidos y en la cual participa Alemania, lleva a cabo bombardeos aéreos sobre las posiciones del EI en las regiones que ocupa en Irak y Siria.
Pero un día después del ataque, sigue reinando la confusión. El solicitante de asilo paquistaní sospechoso por el atentado fue puesto en libertad, puesto que las pruebas forenses obtenidas hasta el momento no proporcionaron evidencias de la presencia del acusado en la cabina del camión durante el crimen", dijo la Fiscalía Federal.
Este sospechoso fue detenido poco después de los hechos ocurridos el lunes, gracias a un testigo que lo persiguió a pie durante dos kilómetros guiando a la policía por teléfono, indicó el diario Die Welt citando a la policía.
Se trata de un paquistaní que llegó a Alemania el 31 de diciembre de 2015 siguiendo la ruta de los Balcanes y fue registrado en Berlín en febrero como demandante de asilo. "Él niega el crimen. La investigación continúa", dijo más temprano el ministro Maizière y añadió que "por el momento" no existe ninguna reivindicación por parte del grupo yihadista autodenominado Estado Islámico (EI).
Pero, poco después, el jefe de policía de Berlín, Klaus Kandt, afirmó que "no es seguro" que el sospechoso sea el conductor del camión, por lo que el verdadero responsable podría seguir a la fuga.
Una fuente de la policía berlinesa era más contundente: "Tenemos al hombre que no es", aseguró al diario Die Welt. "El verdadero asaltante está aún en libertad y armado y puede provocar nuevos daños", añadió.
Holger Münch, jefe la Oficina de Investigación Criminal (BKA), aseguró que no tienen indicios de que haya otros ataques planeados, aunque no pueden excluir la posibilidad. Además, Münch confirmó que, dado que no está confirmado que el sospechoso detenido sea el atacante o que haya varios atacantes, la alerta es máxima, pues podría haber uno o varios atacantes armados y en fuga en Berlín, o más allá de la ciudad.
El Fiscal General, Peter Frank, parte de que se trata de un atentado, con trasfondo terrorista. Pero aún no cuentan con pruebas suficientes de ello, ni con documentos o videos de personas u organizaciones que se adjudiquen el ataque.
Con la fiscalía antiterrorista encargada de la investigación, la policía registró en la mañana del martes uno de los grandes centros de refugiados de Berlín, en el barrio de Tempelhof, donde podría haberse albergado el sospechoso.
A pesar del temor reinante, el martes las autoridades alemanas indicaron que, pese a lo ocurrido, los mercados navideños permanecerán abiertos durante las fiestas.
Como un camión fantasma: testigos cuentan el horror vivido
Lana Sefovac, un bosnio que vive en Berlín, estaba en la entrada del mercado en el momento del ataque: "Estábamos en un puesto porque queríamos comprar algo de comida. Tuvimos suerte porque si no hubiésemos tenido hambre hubiéramos estado en el paseo y hubiéramos sido víctimas", dijo Sfovac a la televisión bosnia.
"De pronto oí un fuerte ruido y cuando me di la vuelta vi madera volando por todas partes porque había embestido contra la primera tienda" del mercado, agregó.
"El camión avanzaba hacia nosotros pero se desvió. Pasó a 20 centímetros de mi madre que se cayó al suelo", dijo.
Al turista británico Rhys Meredith, de Cardiff, también lo salvo la comida, según contó a la BBC: "Estábamos disfrutando de un lindo paseo y nos detuvimos para comprar comida. Si hubiéramos continuado caminando hubiéramos estado en el lugar del atentado y no estaríamos hablando", dijo Meredith.
Carima Douch, una belga empleada de la policía en el aeropuerto de Bruselas-Zaventem, que socorrió a varias víctimas del atentado del 22 de marzo pasado, dijo a la AFP que había vuelto a ver escenas de horror: "No puedo creer que haya vuelto a suceder, no puedo describir cómo me siento. Quisiera ayudar pero no es mi país y no estoy de servicio", dijo.
Wael Adnan, un sirio de 28 años, oriundo de Alepo, residente en Alemania desde hace tres meses, declaró al diario sueco Aftonbladet: "Era como un camión fantasma. Atravesó el gentío como un cuchillo que corta una torta". (I)