La izquierda de López Obrador y el PRI sellan una insólita alianza
La votación en el Congreso a favor de la creación de una Guardia Nacional evidenció una alianza insólita entre el presidente mexicano, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y su rival histórico, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que no ha encontrado disidencia interna.
La Cámara de Diputados aprobó este jueves 17 de enero un primer dictamen para crear un cuerpo de seguridad pública que integre militares y policías impulsado por la coalición izquierdista que apoya a López Obrador y que está liderado por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Al tratarse de una reforma constitucional, el bloque izquierdista (314 diputados) necesitaba el voto favorable de una mayoría calificada de la cámara (325 diputados), hecho que consiguió gracias a los votos de 42 diputados del PRI que avalaron el dictamen.
Esta unión en un tema tan decisivo resulta insólita puesto que evidencia una alianza entre el antaño partido hegemónico de México y la izquierda mexicana que durante décadas lo acusó de corrupto, autoritario y responsable de diversos fraudes electorales.
En redes sociales ya hay quien ha acuñado el término PRIMOR (unión de PRI y Morena) que emula el término PRIAN, usado durante años para criticar las alianzas entre los entonces partidos dominantes, el PRI y el conservador Acción Nacional (PAN).
Sin embargo, entre las filas de Morena nadie levantó la voz o mostró reservas ante el apoyo externo que ofreció el PRI. Solo destacó la postura de Tatiana Clouthier, exjefa de campaña de AMLO, que se abstuvo en la votación al oponerse al mando militar de la Guardia Nacional.
El coordinador del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Nacional Autónoma de México, Khemvirg Puente, opinó para Efe que la alianza entre Morena y PRI responde a un hecho "coyuntural" que no tiene por qué perpetuarse.
"Se podría pensar que el costo electoral de esta alianza podría ser alto, pero yo creo que será cercano a cero", explicó el politólogo, quien argumentó que todavía quedan dos años para las elecciones de medio mandato y el tema de la Guardia Nacional se habrá "olvidado" para entonces.
"Las bases de Morena se sentirán felices de que han logrado incluso someter al PRI. Esa va a ser la noción que se difunda", añadió Puente.
Por otro lado, el apoyo del PRI a la Guardia Nacional tiene lógica puesto que es un partido que "siempre ha sido muy cercano al Ejército". Además, es una formación pragmática que puede sacar réditos de la alianza con Morena.
"No es un partido ideológico que se sostenga en posturas irreductibles. Si encuentra una oportunidad para negociar y abrir la posibilidad de ser el partido que permite las reformas constitucionales al nuevo Gobierno, lo va a ser", aseveró Puente.
También hay que tener en cuenta que el PRI gobierna en 12 estados, algunos de ellos con mayorías parlamentarias de Morena. "Este canal de comunicación entre Morena y PRI puede garantizar la estabilidad y menos conflictos en los estados", aseguró el experto.
Todo ello explicaría el hecho de que AMLO haya moderado sus críticas contra su antecesor, el priísta Enrique Peña Nieto, a quien durante la campaña electoral del año pasado prometió investigar por corrupción, una propuesta que ahora rechaza.
Esta relación de apoyo entre el PRI y Morena abre una ventana de oportunidad al conservador PAN, partido que presidió el país entre el 2000 y el 2012, para erigirse como la principal formación opositora al gobierno de AMLO y superar las horas bajas por las que está pasando.
Aunque tampoco lo tendrá fácil, pues Puente señaló que para ese puesto el PAN deberá competir con el liberal Movimiento Ciudadano, un partido fundado en 2011 que se encuentra en auge y que en las elecciones del año pasado logró hacerse con el poder de Jalisco, uno de los estados más importantes del país. (I)