La tensión en la zona euro se acentuó ayer ante la negativa de Alemania de crear eurobonos para reactivar el crecimiento, una medida impulsada por Francia, en momentos en que Europa vive “un momento crucial” de su historia, según advirtió el Banco Central Europeo (BCE).

"No tiene sentido basarlo todo en los eurobonos o en instrumentos en apariencia solidarios que sólo agravarían la crisis", consideró la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, un día después de una cumbre de la Unión Europea (UE) en la que el presidente francés, Francois Hollande, presentó ese instrumento como esencial para salir de la crisis.

"La crisis no se resolverá con un remedio milagroso sino como resultado de un trabajo duro" a base de rigor presupuestario y reformas estructurales, subrayó Merkel.

Alemania cree que los eurobonos, una emisión conjunta de deuda de los países de la Eurozona, recompensaría a los miembros más díscolos del bloque, que tienen que ofrecer elevados rendimientos para financiar su deuda.

Los inversores tienen en cambio en estos tiempos de incertidumbre gran avidez por valores seguros, como los bonos alemanes, que se colocan a tasa cero.

Los eurobonos "recompensarían a países que no realizan ninguna política presupuestaria y castigarían a quienes intentan tener un presupuesto sano", dijo el ministro alemán de Economía, Philipp Rosler.

Sin embargo, el nuevo presidente francés instó a sus socios a que la "perspectiva" de los eurobonos esté en la agenda de la próxima cumbre europea de 28 y 29 de junio.

Hollande reconoció que la diferencia entre la Merkel y él es que él ve a los eurobonos como un mecanismo de crecimiento y Merkel los considera como un objetivo para un proceso de integración económica.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, aseguró que la propuesta se volverá a debatir en junio. "Los eurobonos forman parte de un plan a largo plazo que se iniciará en la próxima cumbre para fortalecer la unión monetaria". La medida "ganó muchos adeptos" en la UE, según una fuente.