Partidarios de una federalización en las regiones del este y sur de Ucrania inundaron ayer las principales plazas en las ciudades de Donetsk, Járkov, Lugansk y Mariupol, mientras se reportaron enfrentamientos y tomas de algunas sedes gubernamentales.

En Járkov, los manifestantes opositores irrumpieron este domingo en el patio interior del ayuntamiento y el territorio es controlado por un centenar de activistas opositores que reclaman un compromiso de las autoridades locales con la celebración de un referendo sobre el estatus de esa región, la segunda más grande del país.

La agencia rusa Interfax reportó unos 10 lesionados por enfrentamientos entre partidarios de la federalización (calificados de prorrusos por Kiev) y los denominados unitarios, del Gobierno.

Según la agencia ucraniana Unian, los activistas eligieron una comuna alternativa y delegados que representarán los intereses de la mayoría de la población.

Diversas fuentes informaron que la policía bloquea la puerta de acceso de la alcaldía y que el jefe de gobierno local Guennadi Kernes intenta negociar con los manifestantes una salida pacífica al conflicto.

En la región de Donetsk persiste una complicada situación, según calificaron las autoridades, ante la negativa del gobierno popular instalado hace una semana de desistir de las reivindicaciones centradas en el referendo y el estatus del idioma ruso como segunda lengua oficial, y de abandonar la sede gubernamental.

Más de 10.000 personas se congregaron este domingo alrededor de la sede del Ayuntamiento en respaldo a los diputados populares y de los milicianos, que mantienen el control del edificio desde el lunes pasado.

Según Interfax, continúa tensa la situación en la ciudad de Slavyansk, donde una operación de asalto de la policía y comandos especiales causó al menos 9 heridos y un muerto.

En la carretera Rostov-Járkov, entre Slavyansk y la localidad de Artemovsk se reportaron choques armados entre milicianos populares y las unidades enviadas desde Kiev y regiones cercanas para sofocar la rebeldía en el este y sur ucraniano, según admitió el ministro de Interior, Arsén Avakov.

Igualmente, en las ciudades de Kramatorsk, Druzhkov, Dobropolye y en Mariupol los manifestantes ocuparon comisarías, y acorde con espacios informativos, la policía no acometió acciones represivas contra la población civil.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dice que el organismo reitera su postura de solución pacífica a la crisis en Ucrania, devenida de enfrentamiento político entre Rusia y EE.UU. y sus aliados de la Unión Europea.

Mientras Moscú desconoce al nuevo Gobierno, por considerarlo fruto de un golpe de Estado, Washington y la Unión Europea lo respaldan y ven en el mismo una oportunidad de extender las fronteras de la OTAN para amenazar a Rusia.