La orden del presidente Juan Manuel Santos a las Fuerzas Militares de Colombia, de suspender los bombardeos a los campamentos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), es alabada hoy por distintos sectores del país.

En declaraciones al diario El Tiempo, el analista y exmilitante del Ejército de Liberación Nacional, la segunda guerrilla más grande Colombia, León Valencia, calificó la medida de "muy positiva" y aventuró que está dirigida a concretar un cese del fuego bilateral y definitivo.

Por su parte, el congresista y copresidente de la Comisión de Paz del Senado, Roy Barreras, aseveró que la suspensión de ataques aéreos a los campamentos de las FARC-EP permite avanzar en el desescalamiento del conflicto armado, preámbulo necesario para el logro de la paz.

La orden de Santos, impartida la víspera y de inmediata entrada en vigor, está encaminada a conseguir un desescalamiento real del conflicto armado y reciprocar el cese del fuego unilateral de la organización guerrillera, vigente desde el 20 de julio.

Según el mandatario, a partir de la normativa los bombardeos aéreos contra los asentamientos de las FARC-EP sólo podrán ejecutarse por orden explícita del presidente de la República.

El anuncio ejecutivo constituye el segundo de su tipo, ya que tras el primer cese unilateral del fuego de la guerrilla en diciembre de 2014, que se extendió por cinco meses, el gobierno reciprocó la iniciativa con una suspensión de bombardeos aéreos.

Sin embargo, a diferencia de aquella ocasión, Santos aclaró que el cese de estos ataques se ajusta al cumplimiento de condiciones específicas, como que los campamentos estén alejados de zonas urbanas, no constituyan una amenaza para la fuerza pública y militar, y que desde ellos no se desarrollen actividades proselitistas. (I)