Al menos 40 personas murieron y más de cien resultaron heridas, en dos atentados suicidas perpetrados este viernes en las inmediaciones de dos edificios de la Seguridad Central en Damasco, informaron las autoridades.

Los ataques acontecen después de que en la víspera llegara a Siria una misión de la Liga Árabe, para buscar una salida a la crisis tras nueve meses de protestas contra el régimen de Bashar al Asad.

Las autoridades apuntan a la red terrorista Al Qaeda como autora de los atentados. "En el primer día de llegada de los observadores árabes, este es el primer regalo del terrorismo y de Al Qaeda, pero vamos a facilitar al máximo la misión de la Liga", dijo Meqdad.

Las explosiones se produjeron sobre las 10.00 hora local (08.00 hora GMT) en el distrito de Kafar Souseh, donde hay varios complejos de los servicios de Inteligencia.

La televisión oficial siria a su vez mostró imágenes de cuantiosos daños materiales en la zona, así como de varios cadáveres carbonizados.

El último atentado de similar calibre se produjo la capital siria el 27 de septiembre de 2008, cuando la explosión de un coche-bomba causó 17 muertos y 14 heridos en la zona de Saida Zainab, que alberga una mezquita chií con el mismo nombre. Este fue reivindicado por el grupo terrorista suní, Fatah al Islam.

Mientras, en otras provincias de Siria, continúa hoy la represión de las protestas antigubernamentales por las fuerzas leales al régimen de Bachar al Asad, que acusa a grupos terroristas armados de estar detrás de las mismas.

La televisión oficial informó en una breve nota de que los observadores visitaron hoy el lugar de los atentados sin dar más detalles.

Ayer, la agencia estatal difundió que el Gobierno sirio envió una carta a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad de la ONU en la que cifró en más de 2.000 los soldados y miembros de los servicios de seguridad muertos en los últimos meses "a manos de grupos terroristas armados".

Desde que comenzaron las protestas en marzo pasado, más de 5.000 personas perdieron la vida por la represión gubernamental, según cifras de la ONU.