El presidente sirio, Bachar al Asad, aseguró este martes que su pueblo está comprometido a "seguir adelante con las reformas y a hacer frente al terrorismo".

"El pueblo sirio ha mostrado de nuevo su capacidad para proteger su patria y construir una Siria nueva a través de su insistencia en seguir adelante con las reformas en paralelo con hacer frente al terrorismo", dijo Al Asad, según difundió la agencia oficial Sana.

Sus declaraciones se dieron en el marco de una reunión con una delegación del parlamento ucraniano en la capital, Damasco.

El mandatario reiteró que grupos terroristas, a los que responsabiliza de la violencia desatada en el país, están apoyados "desde el extranjero", mientras aumenta la presión internacional contra su régimen después de más de once meses de sangrienta revuelta.

"Siria es blanco como en el pasado de tentativas de debilitar su papel y de desestabilizarlo", sostuvo Asad.

Estas afirmaciones coinciden con la llegada hoy a Siria del enviado del Gobierno chino Li Huaxin para presentar a Al Asad un plan de seis puntos con la visión de Pekín para frenar la crisis en el país árabe.

Está previsto que Li se entreviste con el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, y que también haga lo propio con Al Asad.

Mientras se dan estos movimientos diplomáticos para dar una salida a la crisis, grupos opositores denunciaron hoy la muerte de al menos 21 personas, entre ellas 13 que fueron degolladas por las fuerzas del régimen en el barrio de Baba Amro de Homs.

De acuerdo con las cifras que maneja la ONU, cerca de 7.500 personas han muerto en Siria en enfrentamientos armados, atentados y acciones de represión del régimen desde que en marzo de 2011 estallaran las protestas populares contra Al Asad.