Afectados por lluvias suman más de 600 mil en Centroamérica
La ONU cifró ayer en al menos 90 los fallecidos y en más de 600.000 las personas damnificadas por las lluvias torrenciales que afectan a Centroamérica.
La portavoz de la Oficina de Ayuda Humanitaria de las Naciones Unidas, Elizabeth Byrs, calificó la situación de bastante grave y alertó que se trata de cifras estimativas, que previsiblemente aumentarán en las próximas fechas si continúan las precipitaciones.
“Se espera que siga lloviendo con fuerza en la región”, explicó la portavoz de la Oficina de Ayuda Humanitaria, que está trabajando con los gobiernos de la zona y con las agencias que trabajan en los países afectados para evaluar las necesidades financieras de ayuda.
Byrs destacó como especialmente grave la situación en El Salvador, con 250.000 personas damnificadas y con unos 50.000 desplazados que han sido trasladados a refugios provisionales y que necesitan asistencia humanitaria.
“Se trata de las peores lluvias en El Salvador desde 1932”, indicó Byrs, tras indicar que Guatemala, con 154.000 afectados y más de 5.000 personas viviendo en refugios provisionales, declaró el estado de calamidad pública en el ámbito nacional, pero que no ha pedido ayuda internacional.
La Oficina de Ayuda Humanitaria alertó sobre la situación de al menos diez ríos, que amenazan con desbordarse, y señaló que se está haciendo un seguimiento estrecho de los volcanes Santiaguito y Fuego, tras detectarse que registran una actividad intensa.
Según los datos de la Oficina de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en Guatemala 2.500 hectáreas de cultivo han resultado afectadas, lo que representa un perjuicio económico estimado de 40,8 millones de quetzales (5,2 millones de dólares).
En Nicaragua, la cifra de damnificados es de unos 134.000, con daños de gravedad en 13 de los 15 departamentos del país, y más de 9.000 personas en un centenar de centros de acogida.
Managua pidió ayuda internacional el pasado día 19, tras lo cual un equipo de la Unidad de Coordinación y Evaluación de Desastres de la ONU (Undac) se trasladó al país para permanecer dos semanas.
La ONU advirtió también de la situación del lago Managua, que está a solo 43 centímetros de alcanzar su máximo nivel de aguas, lo que obligaría al desplazamiento adicional de 3.000 personas.
En Honduras, los afectados ascienden a 40.000, con 8.000 personas viviendo en refugios, después de que el Gobierno declarara la situación de emergencia el día 16 en el sur del país.
Mientras tanto, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) de Colombia pidió ayer redoblar esfuerzos ante un eventual regreso del fenómeno climatológico “La Niña”, como lo predijo la Agencia Nacional del Océano y la Atmósfera de Estados Unidos (NOAA). “Este evento nos viene a impactar en esta temporada de lluvias y se prolongaría a enero, febrero y parte de marzo”, advirtió el director del Ideam, Ricardo Lozano.
Tradicionalmente, la segunda temporada de precipitaciones en Colombia, que se inicia entre septiembre y octubre, no va más allá de mediados de diciembre.
El miércoles, las autoridades revelaron que la actual temporada lluviosa que afecta a Colombia desde el pasado 1 de septiembre ha dejado 32 muertos, 40 heridos, 7 desaparecidos, 103.212 personas afectadas, 17.077 casas dañadas y 137 destruidas.