Acusan a cártel mexicano de secuestrar a diputado regional
Autoridades mexicanas acusaron al cártel Guerreros Unidos, involucrado en la presumible masacre de 43 estudiantes, de secuestrar a un diputado del céntrico estado de Morelos que fue liberado este jueves.
En un comunicado, el gobierno estatal reportó que tras casi 20 horas de rapto "se liberó" al diputado local David Martínez, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien fue secuestrado el miércoles a la salida de su casa en Temixco (Morelos).
El diputado fue localizado en la madrugada del jueves en una vivienda de la cercana Jiutepec -vecina de la turística Cuernavaca- donde se desató un "tiroteo" y se detuvo a 10 personas de entre 20 y 29 años, dos de ellas mujeres, señaló el gobierno de Morelos, colindante con Ciudad de México.
Según el comunicado, los detenidos "están ligados a la banda de Guerreros Unidos", un cártel acusado por la fiscalía general de la presumible masacre de 43 estudiantes en septiembre en el vecino estado de Guerrero (sur) que, como Morelos, está gobernado por el PRD.
Tras la liberación, el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, aseguró que el rapto tiene "clara connotación política" pues en ningún momento se pidió rescate.
La desaparición de los 43 estudiantes en Iguala (Guerrero), donde fueron atacados por policías locales coludidos con sicarios de Guerreros Unidos, ha sumido a México en una indignación nacional y al presidente Enrique Peña Nieto en la peor crisis desde que asumió en 2012.
La fiscalía teme que los sicarios de Guerreros Unidos, al que aparentemente servía el alcalde de Iguala, asesinaron a los jóvenes y calcinaron sus cadáveres, aunque por ahora sólo se han identificado los restos de uno de ellos.
Los Guerreros Unidos son una escisión del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, que llegó a ser uno de los más poderosos de México hasta que militares abatieron en 2009 a su líder, Arturo Beltrán Leyva, alias El jefe de jefes.
Entre enero y octubre de 2014, en México se han denunciado 1.228 secuestros (de los cuales 105 en Morelos y 95 en Guerrero), contra los 1.319 del mismo periodo del año anterior, aunque las autoridades admiten que la gran mayoría de casos no se llega a denunciar.