Acuerdo de retirada de armas e intercambio de prisioneros refuerza la tregua en Ucrania
El ejército de Ucrania y los rebeldes prorrusos parecían empezar a cumplir el domingo la tregua auspiciada por la ONU, al afirmar que pronto comenzarían a retirar el armamento pesado de la primera línea tras el intercambio de prisioneros.
Pero la continua violación del alto el fuego pactado hace una semana -especialmente por los rebeldes, que invadieron una ciudad estratégica-, considerada como una violación "grave" por Estados Unidos, ha comportado la amenaza de este país de nuevas sanciones sobre Rusia.
Un periodista de AFP en el bastión rebelde de Donetsk escuchó intensos bombardeos durante una hora en la madrugada del domingo en el norte de la ciudad, cerca del aeropuerto regional, que cayó en manos de los rebeldes hace un mes tras intensas batallas.
El miedo también está creciendo en Mariupol, una ciudad portuaria controlada por el gobierno que se está convirtiendo rápidamente en otro punto caliente, donde se han registrado bombardeos continuos. Kiev asegura que 20 tanques rusos se han desplazado hasta allí.
A pesar de las hostilidades, los oficiales ucranianos y los separatistas dijeron que habían acordado empezar, por fin, la retirada del armamento pesado, un paso que supuestamente tendría que haberse dado el pasado martes y que tendría que completarse antes del 3 de marzo.
"Los documentos han sido firmados para empezar a retirar las armas pesadas a lo largo de toda la primera línea de fuego", dijo a AFP el general ucraniano Olexander Rozmaznin.
El líder rebelde de la autoproclamada República de Dontesk, Eduard Basurin, declaró a través de la agencia de noticias de los separatistas que un "trabajo preparatorio" para la retirada de armas sería llevado a cabo antes que las armas se empiecen a retirar el martes, un proceso que tendrá que habrá finalizado el 7 de marzo.
Escepticismo respecto a la tregua
En otra muestra de que ambos bandos podrían tener la intención de poner en práctica la tregua, o al menos algunas partes de ésta, un intercambio nocturno de prisioneros tuvo lugar. En total, 139 soldados ucranianos se intercambiaron por 52 combatientes rebeldes.
Con todo, reina el escepticismo hasta que el alto el fuego no se haga real por completo.
La toma por parte de los rebeldes de la localidad de Debaltsevo, entre las ciudades rebeldes de Donetsk y Lugansk, acabó con la vida de 179 soldados ucranianos durante el último mes, mientras que otros 2.500 tuvieron que huir del lugar.
La derrota aplastante en Debaltsevo y otras rupturas del alto el fuego han propiciado la furiosa reacción de Estados Unidos, quien culpa a Rusia de los diez meses de conflicto a pesar de que Moscú haya negado su implicación repetidamente.
"Si esto continúa, que nadie se equivoque, habrá más consecuencias incluyendo algunas que tendrán la forma de sanciones adicionales sobre la ya perjudicada economía rusa", dijo el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, durante una rueda de prensa el sábado en Londres.
Kerry confió en que el presidente Barack Obama decidiría "en los próximos días" sobre "unos pasos adicionales (que) se tomarán en respuesta a la ruptura de este alto el fuego". Predijo que podrían imponerse "sanciones graves".
Por su parte, un ministro de alto rango del Reino Unido, William Hague, aseguró que su país no planea enviar armas a Ucrania. "Nuestra posición en cualquiera de los conflictos ocurridos en los últimos años nunca ha sido la de enviar armas", dijo en la cadena de televisión BBC.
En el plano político, varios dirigentes europeos, entre los que se encontraría el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y los presidentes de Alemania, Polonia, Lituania y Eslovaquia, participan en la "marcha de la dignidad" de este domingo en Kiev para expresar su solidaridad con el país en el primer aniversario del Maidán, el movimiento proeuropeo que derrocó al presidente prorruso, Viktor Yanukovich.