Actos y marchas recuerdan en Argentina 39 años del último golpe de Estado
Una multitud marchó este martes en Buenos Aires a la histórica plaza de Mayo al cumplirse 39 años del golpe cívico militar que instauró la más sangrienta dictadura en Argentina (1976-1983).
Organismos defensores de derechos humanos, agrupaciones políticas y sindicales marcharon para conmemorar el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, instaurado como feriado nacional en Argentina.
La movilización tuvo réplicas en distintos puntos del país donde distintos actos recordaron el inicio de la dictadura militar que dejó unos 30.000 desaparecidos, según organizaciones humanitarias.
"Defendemos las victorias y vamos por más democracia", rezaban los carteles de la multitud que se confundían con fotografías de los rostros de desaparecidos que inundaron la Plaza de Mayo, frente a la sede gubernamental.
En el acto participaron respresentantes de las Madres de Plaza de Mayo que buscan a sus hijos desaparecidos y de Abuelas, que claman por sus nietos robados al nacer bajo el cautiverio de sus madres.
Se estima que unos 500 bebés fueron robados tras nacer en maternidades clandestinas que funcionaban en centros de detención.
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De éstos, Abuelas ha podido recuperar a 116, entre ellos a Guido Montoya, nieto de la presidenta de la organización, Estela de Carlotto, hallado en 2014.
"30.000 compañeros desaparecidos, presente ahora y siempre" rezaba una enorme bandera desplegada sobre la fachada del ministerio de Economía, frente a la Plaza de Mayo.
Como en los últimos años, el acto respondió a convocatorias paralelas y simultáneas de partidos opositores y del oficialismo, que sin embargo convergieron en la plaza en forma pacífica.
El gobierno no realizó actos oficiales de conmemoración, en tanto la presidenta Cristina Fernández de Kirchner pasó el día en su residencia de descanso en la villa turística de El Calafate, en la provincia de Santa Cruz (sur).
"Cárcel a todos los genocidas" "Juicio y castigo a todos los culpables", fueron otras de las banderas que llevaron las agrupaciones a la marcha.
Desde la anulación en 2003 de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida con las cuales la dictadura pretendió sellar su impunidad, cientos de juicios contra represores volvieron a activarse.
Según el último balance de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, 563 personas fueron condenadas y casi 900 han sido imputadas por violaciones a los derechos humanos en la última dictadura, en tanto 889 procesados esperan condenas.
