Mientras el Gobierno brasileño anunció acciones entre sus ministerios para combatir los incendios en la Amazonía, en Quito más de un centenar de manifestantes entregaron un listado con peticiones en la Embajada de Brasil.

Entre las demandas está que se revea la explotación de la selva tropical, así como la progresiva legalización de la minería en reservas indígenas y áreas protegidas de Sudamérica.

Con pancartas, los activistas de las organizaciones Yasunidos y el  Movimiento Animalista Nacional lanzaron consignas.

Valeria Méndez, que no pertenece a ningún colectivo, señaló que las “poblaciones marginales son las más afectadas por estos desastres ambientales, que nos hacen ver que la forma como se lleva la economía debe replantearse”.

Para esta estudiante de sociología, “las soluciones no solo deben venir de los gobiernos, sino también de los ciudadanos”.

Otros manifestantes, como Sofía Torres (Rebelión o extinción), coincidieron en que los gobiernos sudamericanos deben integrarse a los cambios en pos de la conservación de los recursos naturales, más allá de la cooperación cuando ocurren desastres. (I)