ACNUR recibe la mayor donación privada en su historia
El Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha recibido la mayor donación privada de sus 60 años de historia, para atender a los desplazados por la hambruna en el cuerno de África.
Se trata de una donación de 62 millones de dólares (43 millones de euros) aportados por la multinacional sueca IKEA, que se entregará de forma escalonada durante tres años, señaló hoy en Ginebra el portavoz de ACNUR, Adrian Edwards.
La ayuda irá dirigida a cubrir las necesidades del campo de Dadaab, en Kenia, el complejo de refugiados más grande del mundo en el que viven 440.000 somalís, de los que 152.000 han llegado en las últimas semanas huyendo de la hambruna.
Se trata también de la primera vez que un organismo privado elige financiar directamente todas las operaciones de un campo de refugiados concreto, según Edwards.
Dadaad, situado en el noreste de Kenia cerca de la frontera con Somalia, lleva abierto desde principios de los noventa con una capacidad inicial para 90.000 personas, aunque durante 2011 el número de llegadas ha crecido de manera espectacular a causa del conflicto armado y la sequía en Somalia.
Desde que se declarara la hambruna en Somalia, el número de residentes de Dadaab se ha elevado a 440.000 y la mayor parte de estos desplazados sufren malnutrición severa y problemas serios de salud.
El alto comisionado de la ONU para los refugiados, Antonio Guterres, indicó en un comunicado que el gesto de esta empresa llega en "un momento crítico", ya que "miles de personas huyen cada semana de Somalia, donde la situación de hambruna se agrava por momentos".
ACNUR depende en gran medida de donaciones para prestar ayuda humanitaria a los millones de refugiados que hay en el mundo, la mayoría de los cuales provienen de gobiernos, aunque -según dijo Edwards- con esta contribución se abre un nuevo camino para las donaciones privadas.