Aclaraciones sobre Turquía
Embajada de la República de Turquía en Quito
30 de septiembre de 2020
Estimada señora Carla Maldonado
El Telégrafo
He leído las opiniones del Sr. David Harutyunyan publicadas en su periódico el 28 de septiembre 2020, junto con la información de antecedentes preparada por la sala de redacción. Dado que hay bastantes referencias a Turquía me sentí en la obligación de aportar algunas aclaraciones sobre la información que compartió con sus lectores.
Como en todos los conflictos, siempre hay dos bandos con puntos de vista divergentes. Y también hay hechos, en lugar de opiniones, emociones y deseos unilaterales. Creo que sus lectores deberían tener la oportunidad de leer ambos.
En primer lugar, sobre el conflicto de Nagorno-Karabaj: en la mañana del domingo 27 de septiembre, las Fuerzas Armadas de Armenia lanzaron un intenso bombardeo con armas pesadas contra posiciones del ejército azerbaiyano y zonas residenciales civiles a lo largo de la línea de contacto en Nagorno-Karabaj, violando el alto el fuego.
Condenamos enérgicamente esta agresión de Armenia en contra de Azerbaiyán, la cual constituye una clara violación al derecho internacional y ha causado víctimas de civiles.
Las hostilidades militares progresivas de Armenia socavan la estabilidad regional y el derecho internacional. (Por cierto, Armenia no es el único país cristiano de la región, están Georgia y Rusia. Es más, en la región viven muchas personas de diferentes creencias y religiones y creo que no es apropiado, ni justo, ni correcto presentar los conflictos de la región exclusivamente desde una perspectiva religiosa o poblacional).
Lo que hay que subrayar es que Azerbaiyán está utilizando su derecho a la legítima defensa para proteger a su pueblo y su integridad territorial y que las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán están llevando a cabo una operación dentro de su propio territorio desde un punto de vista legal.
Turquía apoya totalmente a Azerbaiyán que ha respondido a estos ataques no provocados, basándose en su legítimo derecho de autodefensa.
Nuestro apoyo no solo se basa en nuestras relaciones especiales sino en el derecho internacional.
Armenia no se está retirando de los territorios azerbaiyanos que ocupa violando el derecho internacional y no reconoce las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y de la OSCE.
Turquía ha adoptado una actitud consistente en relación con el conflicto de Nagorno-Karabaj desde el comienzo. Seguimos apoyando una solución al problema sobre la base del derecho internacional, en el marco de la integridad territorial de Azerbaiyán.
Sin embargo, entendemos y consideramos acertada la decepción de Azerbaiyán por no haber logrado avances concretos hacia una solución. Nos parece comprensible que Azerbaiyán proteja sus derechos contra Armenia, quien actúa con una psicología de culpabilidad y poder al mismo tiempo.
Para tomar el rol de víctima, Armenia recurre a la práctica de distorsionar hechos históricos, actúa en la histeria, y así quiere hacer olvidar las violaciones a la ley y su propia agresión.
Armenia desearía representar esto como un conflicto en el cual Turquía sea partícipe y así distraer a la comunidad internacional de su ocupación ilegal del 20% del territorio de Azerbaiyán.
Turquía no forma parte de este conflicto, pero Turquía estará al lado de Azerbaiyán o de cualesquier otro Estado en el Cáucaso en contra de la beligerancia armenia.
La comunidad internacional ya no debe permitir que las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y de la OSCE sean degradadas tanto por parte de Armenia al violar explícitamente el derecho internacional.
En el artículo también se menciona el llamado "genocidio del pueblo armenio". También debo compartir con usted, como periodista, y sus lectores algunos hechos para su consideración, ya que este asunto es muy controvertido y se ha vuelto muy delicado entre Turquía y Armenia y las diáspora armenia.
El "genocidio" es un crimen contra la humanidad. Es un término legal que ha sido claramente definido por convenciones internacionales y no debe usarse a la ligera. Tanto el Holocausto como los casos de Ruanda y Srebrenica son crímenes de genocidio reconocidos por tribunales internacionales. Sin embargo, no existe un consenso legal, político e histórico sobre los eventos de 1915.
Asimismo, la Corte Europea de Derechos Humanos reconoció la naturaleza controvertida de los eventos de 1915 en su sentencia y también dictaminó que las acusaciones de genocidio sobre este periodo no reflejan la única y absoluta verdad. El dominio de la lectura y el relato amargo, tóxico y estrecho de miras de la historia solo genera hostilidad y no sirve a la paz.
De hecho, las memorias y narrativas de los pueblos turco y armenio sobre los eventos que ocurrieron en 1915 difieren mucho entre sí. El pueblo turco recuerda este momento como una parte dolorosa de la Primera Guerra Mundial, durante la cual todos los pueblos que componían el Imperio Otomano (turcos, armenios y otros) sufrieron inmensamente y perdieron muchas vidas inocentes.
Turquía ya ha subrayado las consecuencias inhumanas de las políticas de reubicación que se aplicaron fundamentalmente en circunstancias de guerra, incluida la de 1915.
Turquía comparte el sufrimiento de los armenios y, con paciencia y determinación, se esfuerza por restablecer la empatía entre los dos pueblos.
Para llegar a una base común y confiable de información sobre lo que sucedió en 1915, Turquía en 2007 propuso a Armenia el establecimiento de una comisión conjunta compuesta por historiadores turcos y armenios para estudiar los eventos de 1915, en los archivos de Turquía y Armenia y todos los demás archivos pertinentes a terceros países y compartir sus conclusiones con el público internacional.
Esta propuesta todavía está sobre la mesa y uno podría sospechar por qué Armenia todavía se escapa de ella.
Atentamente,
Oya Tunga Cagli
Embajadora de Turquía