El fundador de Wikileaks cumplió 600 días en la embajada ecuatoriana
Abogados de Assange insisten en que sea interrogado en Londres
El fundador del sitio WikiLeaks, Julian Assange, debe ser interrogado en la embajada de Ecuador en Londres, donde se encuentra refugiado desde junio de 2012, por las acusaciones de violación que pesan contra él en Suecia.
Ese fue el pedido hecho por los abogados del activista australiano, a través de una nota en el periódico sueco Svenska Dagbladet, y reproducido en el Reino Unido.
Assange, que está refugiado en la dependencia diplomática para evitar la extradición hacia Suecia, donde dos mujeres le acusan de agresión sexual, teme que si es llevado a Estocolmo le extraditen a EE.UU., donde considera que el gobierno de Barack Obama ha preparado una acusación en secreto por cargos de espionaje vinculados a la filtración por parte de su sitio, WikiLeaks.
Las filtraciones de WikiLeaks incluyeron cientos de documentos diplomáticos y militares secretos sobre las guerras de Irak y Afganistán, que pusieron ‘contra las cuerdas’ no solo a los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña, sino también a grandes corporaciones y bancos.
Los juristas que representan al australiano en Suecia, los abogados Thomas Olsson y Per Samuelsson, criticaron la obstinación de los jueces suecos de interrogar a Assange en este país, lo que, consideran, ha demorado por completo la causa.
"Marianne Ny (la fiscal sueca encargada del caso) rechaza ir a Londres. No hace nada. Las justificaciones racionales de su pasividad son difíciles de explicar", afirmaron los abogados en el artículo publicado el miércoles, y que generó mucho revuelo en ese país escandinavo.
En la nota, los juristas indicaron que, según el procedimiento penal sueco, los interrogatorios de las investigaciones preliminares deben tener lugar "en el momento y en el lugar que causen las menores molestias posibles a la persona que tiene que ser interrogada".
En ese sentido destacaron que suponiendo que la Fiscalía no prejuzgue sobre la cuestión de la culpabilidad y esté dispuesta a ser objetiva sobre las declaraciones, "es evidente que un interrogatorio de Julian Assange sería útil para todos, incluidas las denunciantes".
El caso judicial involucra a dos mujeres de unos 30 años, quienes acusan a Assange de cuatro delitos de agresión sexual, incluida una violación presuntamente cometida en la región de Estocolmo en 2010, donde el activista daba una charla sobre la libertad de prensa.
La causa se encuentra ahora en un impasse tras la negativa a declarar del fundador de WikiLeaks, quien desde un principio clamó su inocencia. Lo cierto es que Assange cumplió esta semana 600 días recluido en la Embajada de Ecuador en el Reino Unido, que tiene vigilancia policial las 24 horas del día.
El país sudamericano le concedió asilo político y Reino Unido le ha negado un salvoconducto, razón por la que Assange no puede abandonar la legación ubicada en el exclusivo barrio de Knightstbridge.
En una de sus últimas declaraciones sobre el tema, el canciller británico, William Hague, confirmó que el australiano podría seguir en la sede diplomática hasta por lo menos 2022, cuando caduca el plazo por el pedido de extradición de Suecia.
El fundador de WikiLeaks, que en los últimos meses ha perdido mucho peso y se encuentra pálido, vive en una pequeña habitación en el segundo piso de la sede diplomática.
Según admitió él mismo en entrevistas con la prensa, trabaja cerca de 17 horas diarias para su sitio de filtraciones, se la pasa navegando en Internet durante la noche y prácticamente no ve la luz del día.
El mes pasado, el presidente Rafael Correa afirmó que Assange podrá “permanecer el tiempo que quiera en la embajada ecuatoriana”, y agregó que “se está atentando claramente contra sus derechos humanos, el derecho a la movilidad”.
Correa destacó que aunque las cancillerías de ambas naciones “están en permanente contacto”, la solución en el caso Assange “está en manos de Gran Bretaña y Europa en general”.