Unos 60 mineros cumplieron este viernes 5 días encerrados a 600 metros bajo tierra en la mina Santa Ana, ubicada en el sur de Chile, exigiendo al gobierno que cumpla con un acuerdo concretado con los operarios en 2015.

Los trabajadores del yacimiento de cobre, ubicado en la localidad de Curanilahue, en la región del Biobío (550 km al sur de Santiago) asumieron la protesta tras acusar al gobierno de no cumplir un compromiso de compra de la mina que supuestamente asumió el año pasado cuando intervino en una similar protesta, afirmaron los mineros.

"El gobierno ha cerrado las puertas, el gobierno nos ofreció la continuidad de la mina y hasta la fecha no ha cumplido", declaró a radio Cooperativa, Héctor Fernández, uno de los mineros que se encontraba en la mina pero que tuvo que abandonar la protesta por razones de salud.

Por su parte, el gobierno indica que el año pasado decidió mediar en el conflicto luego que los dueños de la mina dejaron las operaciones. En ese entonces, los mineros se encerraron durante 14 días, por lo que las autoridades les propusieron colaborarles con el pago de deudas y beneficios sociales, entre otras cosas, pero no comprar la mina.

"El Ministerio de Minería no tiene un instrumento normativo jurídico presupuestario que le permita comprar esta empresa insolvente, hacerse cargo de ella y contratar a los trabajadores", explicó Lautaro Benítez, secretario regional de Minería de Biobío.

Los mineros amenazaron con mantener la protesta incluso durante las fiestas de fin de año si el gobierno no atiende sus demandas. (I)