Brasil desplegó la mañana del domingo 25 de agosto de 2019, dos aviones Hércules C-130 para contrarrestar los incendios que devoran grandes partes de la Amazonía y cuyo número aumentó en las últimas horas.

El humo cubrió la ciudad de Porto Velho, donde el Ministerio de Defensa informó que los aviones lanzaron miles de litros de agua sobre las llamas, tras la indignación mundial por los peores incendios en años.

Áreas de la remota región fronteriza con Bolivia fueron arrasadas por las llamas que han provocado una densa humareda que amenaza con aumentar la contaminación a lo ancho de la mayor selva tropical del mundo.

Siete estados de los nueve que forman la Amazonía Legal, incluyendo Rondonia, pidieron al gobierno federal que envíe tropas. 44.000 militares están permanentemente en la zona selvática disponibles para actuar donde se los requiera para apagar el fuego.

En las próximas horas un contingente se desplazará a diferentes zonas para combatir los incendios y atender a los cuatro estados brasileños que pidieron ayuda federal para contener las llamas.

En Bolivia y Paraguay también batallan contra el fuego que ha arrasado bosques y campos agrícolas.

Un avión estadounidense sobrevoló las áreas devastadas en Bolivia para ayudar a extinguir los incendios y proteger las selvas.

Mientras tanto, en los exteriores de varias sedes de Gobierno activistas se reunían para protestar contra la política del presidente Jair Bolsonaro. El tema es seguido de cerca en la cumbre G7 que se celebra en la costa francesa. (I)