Los argentinos decidirán hoy en un histórico balotaje el modelo político y económico bajo el que vivirán en los próximos cuatro años. La opción es entre dos candidatos que cargan en sus espaldas dos proyectos disímiles y bien diferenciados: por un lado, Daniel Scioli, el candidato del Frente para la Victoria (FpV)  que defiende la gestión de 12 años del ‘kirchnerismo’ aunque con matices que le valieron fuertes críticas internas, y por el otro el postulante de la alianza derechista Cambiemos, Mauricio Macri, un empresario que defiende el libre mercado y que entre sus postulados auspicia la suspensión de Venezuela del Mercosur.  

Macri llega como favorito a esta elección, según los últimos sondeos que le dan una ventaja de entre 6 a 10 puntos sobre su rival peronista. En caso de ganar, sucederá a la mandataria saliente, Cristina Fernández de Kirchner, el 10 de diciembre próximo. Macri se convertiría así en el primer jefe de Estado argentino procesado por la justicia en asumir el poder, algo inédito en la historia sudamericana. El actual alcalde de la ciudad de Buenos Aires está procesado en el marco de una investigación por una red de “escuchas telefónicas” ilegales montada por su administración para “espiar” a políticos opositores, miembros de la comunidad judía que se oponían al nombramiento de un jefe policial local y hasta al marido de su hermana en pleno juicio de divorcio. La causa  –que Macri atribuye a un “invento del kirchnerismo”- fue confirmada por la Cámara de Casación.

Unos 32 millones de argentinos están habilitados para votar este domingo tras una primera vuelta celebrada el 25 de octubre en que ninguno de los seis candidatos en pugna obtuvo el porcentaje necesario para ser electo.

Scioli logró el 37,08% de los votos, contra el 34,15% de Macri, que sin embargo se alzó con la estratégica provincia de Buenos Aires, bastión peronista, inclinando la balanza a su favor de cara al balotaje. Macri es hoy muy fuerte en los distritos del centro, los más ricos del país, como la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Córdoba. Scioli lo aventaja en el sur y el norte –esta última, la región más empobrecida-. La lucha está centrada en la provincia de Buenos Aires, donde vota el 37% del padrón nacional. El postulante de Cambiemos gana en el interior del distrito y el del FpV lo hace en el populoso conurbano que rodea a la rica capital. Solo en el municipio de La Matanza, en la periferia  oeste y ‘cuna’ del peronismo, votan dos millones de personas. Ahí, en esos distritos obreros que rodean a la ‘Reina del Plata’, se recuesta la esperanza del ‘kirchnerismo’ a través del voto peronista que no acompañó a Scioli en la primera vuelta.

Scioli promete una ‘agenda del desarrollo’  que defiende el rol del Estado,  el consumo interno  y la industria nacional, mientras Macri sentó sus reales en el hartazgo de un sector de la sociedad en las ‘formas’ de gobernar del ‘kirchnerismo’, al que acusan de soberbio y de fomentar la confrontación y de una calidad institucional que juzgan baja, así como en sonados casos de corrupción y en una situación económica compleja con alta inflación, escasez de dólares y control cambiario, todo ello fogoneado por un fuerte impulso mediático.

Los colegios electorales estarán abiertos entre las 06:00 y las 16:00 de Ecuador  y se estima que entre dos o tres horas después comenzarán a conocerse los primeros resultados oficiales.

DATOS

El director nacional electoral, Alejandro Tullio, prometió que los primeros datos oficiales del balotaje entre los candidatos presidenciales Mauricio Macri (Cambiemos) y Daniel Scioli (FpV) se conocerán oficialmente hoy a partir de las 19:30, hora argentina, y anticipó que puede haber variaciones en los datos.    
Los resultados del sufragio se irán cargando en el portal www.resultados.gob.ar. Tullio estimó que alrededor de las 22:30 habrá una tendencia definitiva que permitirá conocer al presidente electo que sucederá a Cristina Fernández a partir del 10 de diciembre.  

Los gastos vinculados al proceso electoral sumaron $3.910 millones, de los cuales el 18,5% correspondió a los partidos políticos, el 18% a la justicia nacional electoral y autoridades de mesa y el 56% a logística, seguridad e informática.Los argentinos llegan a este balotaje con varias preocupaciones sobre sus cabezas. Más allá de todo el debate económico que acaparó la campaña electoral en medio del temor a un ajuste, una mega-devaluación y una apertura indiscriminada a las importaciones como sugirieron voceros de Cambiemos en varias ocasiones a pesar de la desmentida de su candidato presidencial, la principal preocupación de los argentinos es la violencia.

A pesar de que según estadísticas de Naciones Unidas, Argentina está considerado uno de los países más seguros de América Latina –junto a Chile, Cuba y Uruguay- los argentinos sienten que viven bajo un estado de guerra permanente con situaciones de violencia que se repiten hasta el hartazgo en TV. La noticia de un asesinato es reproducida en todos los canales de noticias con testimonios de vecinos y un cronista en el lugar. El índice de homicidios es de 5,5 por cada 100.000 habitantes, muy por debajo del promedio regional e incluso del Uruguay, con 6,1, considerado un ‘paraíso’ de seguridad por los argentinos que veranean del otro lado del río.

Un reciente sondeo de la consultora Hugo Haime & Asociados, reveló que el 47% de los consultados considera a la inseguridad su principal  preocupación, seguida por un 25% que colocó a la corrupción y un 22% que se inclinó por la inflación y el desempleo. Allí se recuestan varias de las principales críticas que se les hacen al ‘kirchnerismo’ después de 12 años de gestión, más allá de numerosas conquistas sociales reconocidas hasta por la oposición y que Macri se ha comprometido a respetar en caso de llegar al gobierno.  

La seguridad no logró avances palpables ante los ojos de la población en parte por el manejo mediático y por una ola de crímenes y robos a pesar de las políticas oficiales  lanzadas en los últimos años, en especial en las periferias de las grandes ciudades como Buenos Aires y Rosario, donde ha crecido el narcotráfico. El argentino medio suele repetir que en el país “te matan por un par de zapatillas” y esto ha profundizado el malestar de un sector importante de la sociedad que ahora prefiere inclinarse por el ‘cambio’.

Detrás de la violencia llegan dos ítems que también han horadado al gobierno, como son la corrupción y la inflación. En los últimos años dos exministros –de Economía Felisa Miceli y de Transporte, Hugo Jaime- fueron condenados por esta causa y el vicepresidente en ejercicio, Amado Boudou, enfrenta un doble procesamiento judicial por cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública y por falsificación de documento público. Además hay decenas de denuncias impulsadas por la oposición y los medios tradicionales que han llegado incluso hasta la misma presidenta, que empero termina su mandato con niveles de popularidad que superan el 45%.

La inflación, en tanto, es una preocupación que engloba a toda la población y durante los últimos años fue minimizada por el gobierno manipulando estadísticas del organismo oficial, un gravísimo error por el que hoy vastos sectores le pasan factura en estas elecciones. El índice se estima este año en alrededor del 20%.

Finalmente, la preocupación por el empleo pasa por mantener el trabajo de cara al futuro, en un país que llegó a sufrir un 25% de desocupación en el 2001 y que hoy ronda el 6,6%, uno de los más bajos de las últimas décadas gracias a una férrea defensa del empleo en la gestión ‘kirchnerista’. (I)