Bagdad.-

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció que su nación está lista para un ataque contra los terroristas en Irak. “Estamos preparados para enviar asesores militares estadounidenses, hasta 300 de ellos, para evaluar cómo podemos entrenar, asesorar y apoyar a las fuerzas de seguridad iraquíes de ahora en adelante”, dijo Obama.

“Las fuerzas estadounidenses no volverán al combate en Irak, pero ayudaremos a los iraquíes a medida que luchan contra los terroristas que amenazan al pueblo iraquí, la región y los intereses estadounidenses”, agregó el mandatario.

Este jueves, los cazas estadounidenses ya empezaron a patrullar los cielos iraquíes. Los F-18 de Estados Unidos realizan los vuelos desde el portaaviones George Bush que fue enviado al Golfo Pérsico en los inicios de la crisis.   

Según fuentes en el Pentágono, citadas por la agencia rusa Itar-Tass, el objetivo de los vuelos “no es para ver, sino para ser vistos”, pero subrayó que “los F-18, en efecto, son aviones de combate”.  

El miércoles, Estados Unidos empezó a usar aviones tripulados y no tripulados de vigilancia sobre Irak. La vigilancia ocurre luego que el propio Irak pidió a Estados Unidos que lanzara ataques aéreos contra los militantes del Estado Islámico de Irak y el Levante en Irak (EIIL), que han tomado el control de varias ciudades en el norte del país, acercándose a Bagdad.

En tanto, miles de iraquíes, en su mayoría chiíes, se han acercado a los centros de reclutamiento para luchar contra el avance de los extremistas de EIIL. El Gobierno ha ofrecido pagarles 750.000 dinares al mes (unos $ 680).

El conflicto en Irak estalló luego que el grupo jihadista EIIL tomó la segunda ciudad iraquí más importante del país, Mosul. El avance de este grupo sunita ha dejado en evidencia el débil manejo del gobierno y ejército iraquí para frenarlo. El EIIL es descrito como una de las organizaciones islámicas más radicales de Medio Oriente, cuyo objetivo es erigir un Estado sunita en una región situada entre Siria e Irak.

DATOS

Médicos Sin Fronteras aseguran que son cada vez más las personas que emprenden la huida del conflicto iraquí. Estima que la cifra asciende a los 1,2 millones.

La mayoría de ellos ha buscado refugio en las escuelas, mezquitas, edificios sin terminar o han acudido a las casas de sus familiares. Los cooperantes advierten una posible catástrofe humanitaria .

La ola de violencia en Irak crece día tras día y la situación humanitaria empieza a ser extremadamente preocupante, especialmente en Mosul y en la provincia de Anbar, en el noreste del país, añade la ONG.