39.000 personas cruzaron la frontera griega
3.500 migrantes llegan a diario hasta Macedonia
A pesar de que los agentes policiales utilizaron granadas aturdidoras en el paso fronterizo grecomacedonio de Gevgelija, Macedonia colapsó ayer por una creciente avalancha de inmigrantes provenientes de la vecina Grecia, a donde llegaron en este año unos 160 mil foráneos, sobre todo, de Siria, Irak y Afganistán.
Las autoridades de la Antigua República Yugoslava de Macedonia, su nominación oficial para evitar litigios con Atenas, permitieron el paso de grupos de cientos de personas, consideradas dentro de la categoría vulnerable (mujeres y niños), para abordar un tren rumbo hacia Serbia.
El ministro macedonio de Relaciones Exteriores, Nikola Poposkis, calificó la situación de “dramáticamente deteriorada” y advirtió sobre la llegada diaria de entre 3.000 y 3.500 personas a la localidad de Gevgelija, en la zona neutral entre este país y Grecia.
Al menos 2.000 personas están hacinadas en esta ‘tierra de nadie’, y centenares acuden cada día provenientes del puerto griego de Tesalónica.
La víspera, al menos ocho personas resultaron heridas al intentar romper una barrera policial, reforzada con miembros del Ejército, después de que el gobierno ordenó cerrar su frontera sur ante la creciente llegada de foráneos a la zona.
Pero Poposkis negó que en Macedonia sean maltratados los inmigrantes y recordó que ellos tienen 72 horas para decidir si solicitan asilo o si continúan con rumbo norte a Europa Occidental.
Se estima que más de 39.000 personas cruzaron este año la frontera helénica para dirigirse en tren a Serbia y de ahí a los límites con Hungría, país miembro de la Unión Europea (UE) y del Acuerdo de Schengen.
Pero las autoridades magiares construyen, pese a las críticas de la UE, un muro de cuatro metros de altura y 175 kilómetros de largo para contener el paso de extranjeros.
Ante las críticas del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados sobre las pésimas condiciones de vida de los indocumentados en la zona fronteriza, Poposkis afirmó que para un país de dos millones de habitantes era imposible lidiar con ese problema en solitario.
La mayoría que arriba a Grecia desde Turquía, para luego cruzar a Macedonia con la finalidad de llegar a países de la UE, proviene de naciones en conflictos muchos de estos provocados desde el exterior por Occidente, como los casos de Siria, Irak y Afganistán.
Por su parte, Hungría erige un muro de 4 metros de alto y 175 kilómetros de largo en su frontera con Serbia para impedir el paso de los migrantes. (I)