2013 se avizora como un año difícil para Estados Unidos
Washington.-
Cuatro días antes de que se cumpla el plazo para el temido “abismo fiscal”, el presidente Barack Obama urgía ayer a los líderes demócratas y republicanos del Congreso a buscar un consenso para evitar que el país caiga en recesión.
Obama tenía previsto reunirse ayer, a las 15:00 GMT, con el presidente republicano de la Cámara de representantes, John Boehner; el jefe de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell; con sus aliados demócratas: el jefe de la mayoría en el Senado, Harry Reid, y la líder de la minoría en la Cámara, Nancy Pelosi.
En la reunión privada en la oficina Oval los dirigentes abordarían el tema del precipicio fiscal. Si las negociaciones entre Obama y el Congreso se desploman completamente, 2013 se avizora como un año difícil, ya que el próximo martes expirarán las exenciones fiscales para la mayoría de los contribuyentes, adoptadas en la presidencia de George W. Bush, y además entrarán en vigor recortes en el gasto público por unos $ 600.000 millones.
Así, los impuestos de la mayoría de los contribuyentes estadounidenses aumentarán unos $ 2.200, según la Casa Blanca. Los recortes, consecuencia de un pacto entre demócratas y republicanos en 2011, se sentirían sobre todo en el presupuesto de Defensa y podrían derivar en despidos masivos.
Unos $ 110.000 millones, divididos en partes iguales se reducirán de las Fuerzas Armadas y la mayoría de los otros departamentos federales. Lo que representa el 8% de sus presupuestos anuales, 9% en el caso del Pentágono.
Según los economistas, un problema de esta naturaleza podría arrastrar a la economía estadounidense nuevamente a la recesión, ya que provocaría una contracción de 2%. El efecto pegará a países con dependencia de Estados Unidos, como México, que fue arrastrado por la crisis financiera de 2009 y enfrentaría un escenario similar.
“Si la economía estadounidense crece 2% menos, habrá 1% menos de crecimiento en México”, manifestó la directora del FMI, Christine Lagarde. Para evitar este escenario, el presidente Barack Obama propuso aumentos moderados de impuestos para los más ricos, pero no ha alcanzado un acuerdo con el partido Republicano, que controla la Cámara de Representantes y se opone a cualquier alza de impuestos.