Berlín.-

Un total de 211 militantes de extrema derecha que incendiaron vehículos y rompieron vidrieras en Leipzig, este de Alemania, fue detenido en la noche del lunes, informó ayer la Policía local. Cinco miembros de las fuerzas de seguridad fueron levemente heridos durante los incidentes.

Los disturbios ocurrieron en el barrio Connewitz, un bastión de izquierda, mientras en otra zona de la ciudad miles de partidarios del movimiento Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente) se manifestaban en calma.

Los manifestantes rompieron vidrieras con piedras, lanzaron petardos, quemaron vehículos y tachos de basura. En tanto, en respuesta a la agresión, los militantes de izquierda quemaron uno de los micros que había en el barrio, informó la Policía.

En 2015, con relación a la llegada masiva de refugiados, Alemania registró un número récord de delitos y crímenes atribuidos a militantes de extrema derecha.

Desde el inicio de 2016, tras conocerse los incidentes ocurridos en la noche de celebración del año nuevo en la ciudad de Colonia, donde centenares de mujeres fueron agredidas sexualmente por hombres de origen extranjero, se multiplicaron las manifestaciones xenófobas y las agresiones contra inmigrantes.

Por ello, el Gobierno de Alemania endurecerá la ley de deportaciones y de delitos sexuales para expulsar  fácilmente a los extranjeros que cometan agresiones sexuales u otros delitos graves, informaron ayer los ministros de Interior, Thomas de Maizière, y de Justicia, Heiko Maas.

Si un extranjero comete un delito contra la integridad física, contra el derecho de decidir libremente sobre la sexualidad o contra la propiedad y es condenado a pena de cárcel, será deportado en el futuro, afirmaron el cristianodemócrata De Maizière.

Sin embargo, el ministro de Justicia alertó del peligro de poner bajo sospecha general a todos los inmigrantes. (I)