Una versión indica que habría sido torturado hasta la muerte
15 comunicadores asesinados en Veracruz desde 2000
La noche del viernes 2 de enero, tres vehículos llegaron a la colonia Gutiérrez Rosas del municipio Medellín de Bravo, en el estado mexicano de Veracruz. Se detuvieron frente a la casa de la familia Sánchez, una construcción humilde donde tablones tapan los huecos de puertas y ventanas.
Varios hombres armados bajaron de los automóviles y por la fuerza se llevaron a Moisés Sánchez Cerezo, periodista, activista y trabajador de quien nada se sabe desde entonces.
Sus familiares denunciaron el “levantón”, palabra que en México nombra a miles de secuestros y desapariciones forzadas (más de 30.000 de 2007 hasta la fecha, según datos de organizaciones no gubernamentales). Pero el caso de Moisés Sánchez engrosa una lista particular, la de ataques en contra de periodistas y medios de comunicación.
La familia del reportero indicó que al secuestrarlo, los hombres armados se sustrajeron su cámara fotográfica y computadora portátil. Refirieron también amenazas recientes que igualmente confirmó la organización no gubernamental artículo 19: “Tres días antes de la privación (ilegal de la libertad) del periodista, él se enteró, a través de una fuente confiable, que el alcalde Omar Cruz Reyes pretendía callarlo dándole una lección”.
Moisés Sánchez lleva 10 días desaparecido. Su caso alarma al gremio periodístico mexicano porque constata el creciente acoso a la prensa en los últimos años y en particular la peligrosidad de informar en Veracruz, donde 15 comunicadores han sido asesinados desde el año 2000, 10 de ellos en el mandato del gobernador Javier Duarte.
El trabajo
“¿Tienes alguna queja o petición que quieras manifestar a nuestras autoridades a través de este medio?”, es lo primero que el lector encuentra al consultar el blog del semanario ‘La Unión’, que editaba Moisés Sánchez en el municipio de Medellín de Bravo (http://launionver.blogspot.mx/2011/04/la-voz-de-medellin-no-8.html).
También escribía y publicaba fotografías en la versión impresa del periódico que él mismo financiaba para distribuir gratuitamente. Para mantener el proyecto y a su familia manejaba un taxi.
“Moisés se movía en su taxi y paraba para entrevistar a alguien o iba a dejar al pasajero y regresaba. Se bajaba y preguntaba. El taxi era su herramienta de trabajo informativo. Tiene mucho valor porque invertía el dinero que ganaba para imprimir y regalar el periódico. Tiene mucho valor periodístico”, explica Félix Márquez, fotorreportero y colaborador en Veracruz de las agencias de noticias Associated Press y Cuartoscuro. Refuta así lo dicho por el gobernador Duarte, quien subestimó el trabajo de Sánchez al considerarlo “un conductor de taxi”.
La versión impresa del semanario ‘La Unión’ circula en varias poblaciones del municipio de Medellín, ubicado entre el puerto de Veracruz y la ciudad de Boca del Río. En el mes de diciembre publicó información sobre diversos hechos de inseguridad en la zona, incluida la aparición de 2 cadáveres dentro de bolsas de plástico en el día de informe gubernamental del alcalde de Medellín, Omar Cruz Reyes, del conservador Partido Acción Nacional.
Para Félix Márquez -quien en 2013 abandonó el estado por amenazas-, la desaparición de Moisés Sánchez ilustra el riesgo constante en que viven los periodistas veracruzanos. “Ya no te secuestran nada más por escribir de violencia o por tomar fotos de nota roja (policiales). Cualquier información te pone vulnerable.
Moisés escribía sobre calles que no estaban pavimentadas y le exigía al ayuntamiento que hiciera su trabajo. Cosas que tú dices ‘¡eso no te puede poner en peligro en un país que presume una democracia!’”.
Sánchez también respaldó el surgimiento de grupos de autodefensa y en 2014 fue candidato a agente municipal.
Silencio oficial
Los familiares del reportero denunciaron el secuestro de inmediato. Sin embargo, reclaman, la policía tardó en acudir a su domicilio e inició la búsqueda recién cuatro horas después del hecho.
Más de 10 agentes han sido detenidos desde entonces y el gobernador Javier Duarte anunció “varias líneas de investigación” de las cuales poco se ha informado. “La Procuraduría ha emitido boletines de dos párrafos que no dicen absolutamente nada. La mayoría de las versiones ha sido trascendida. Siempre hay dudas”, abunda Márquez.
Una versión indica que habría sido torturado hasta la muerte entre los municipios de Soledad de Doblado y Paso de Macho, pero las autoridades nada han dicho al respecto. Jorge Sánchez, hijo del periodista, acudió el viernes 9 a la morgue de la ciudad de Xalapa donde ninguno de los cadáveres hallados pertenecía a su padre.
Moisés Sánchez continúa desaparecido. Sus familiares y colegas exigen por su vida recurriendo a lo que sea: carteles, globos, performances y protestas en todo tipo de eventos, incluso en los del presidente Enrique Peña Nieto.
DATOS
Moisés Sánchez Cerezo dirige el periódico ‘La Unión’, distribuido en las congregaciones en el estado de Veracruz. El diario, de circulación impresa y electrónica, ha denunciado la corrupción de las autoridades municipales en la llamada “guerra contra el narco” que azota México desde 2006, que ha dejado más de 160 mil muertos y más de 30 mil desaparecidos.
El procurador General de Justicia de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras, dio a conocer que un juez concedió el arraigo de 13 policías del municipio de Medellín, como parte de las investigaciones sobre la desaparición del reportero ciudadano Moisés Sánchez Cerezo.
La Procuraduría detalló que servicios periciales realizan pruebas de ADN y antropométricas a cadáveres localizados en la región central del estado, pero hasta ahora no se ha identificado al comunicador.