Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, condenó “firmemente los atentados terroristas” contra mezquitas en Yemen que dejaron al menos 142 muertos, indicó ayer el portavoz adjunto del organismo Farhan Haq.

También les pidió que “respeten su compromiso de resolver sus diferencias pacíficamente”, en el marco de la mediación emprendida por el enviado de la ONU Jamel Benomar.

Las acciones fueron reivindicadas por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y dejaron, además, 351 heridos.

El reclamo de la responsabilidad de los atentados fue a través de un audio y un video publicados en sitios relacionados al grupo terrorista EI. “Es solo la punta del iceberg”, dijo el grupo, y aseguró que cinco suicidas fueron los que detonaron las bombas.

Los tres atentados suicidas fueron perpetrados contra dos mezquitas a las que acudieron milicianos chiítas hutíes en la capital yemení.

Un cuarto ataque suicida tuvo lugar delante de la mezquita de Sada, en el norte del país, región originaria de los hutíes.

Recientemente el EI tomó el control de la capital, lo que obligó al presidente Abdu Rabu Mansour Hadi a huir.