La sanción de nueve partidos y los cuatro meses de inhabilitación que le impuso la FIFA al uruguayo Luis Suárez no es la primera que se hace de oficio sobre un futbolista en el desarrollo de una Copa del Mundo.

En México 1986 hubo un caso similiar cuando se sancionó al jugador iraquí Samir Shaker fuera de la cancha. El futbolista escupió al árbitro colombiano Jesús Díaz en el choque contra Bélgica, de la primera fase. Curiosamente, el jugador no fue expulsado y fue la FIFA la que actuó de oficio.

La sanción impuesta al futbolista asiático fue de un año y es la más dura impuesta por la Federación Internacional hasta el momento.

La sanción a Luis Suárez supera, por ejemplo, a la de Mauro Tassotti, una de las más recordadas en la historia del Mundial, por la imagen de impotencia de Luis Enrique. Una jugada que pudo cambiar el destino de la competición y que el árbitro húngaro Sandor Puhl pasó por alto en el partido de Estados Unidos 1994. El defensa italiano no quedó impune. Le cayeron ocho partidos de suspensión.

Estados Unidos 94 también resume los cuatro partidos de castigo al que fue sometido el brasileño Leonardo por romperle de un codazo la nariz al jugador americano Tab Ramos o los tres que tuvo que cumplir el rumano Ion Vladoiuv, que se empleó con violencia al suizo Christophe Obrel.

Otro caso fue el sucedido en la final de Alemania 2006 entre Italia y Francia. El volante francés Zidene Zidane propinó un cabezazo en el pecho a Marco Materazzi por lo que fue expulsado y recibió una sanción de tres partidos. El zaguero italiano también sufrió una suspensión, de dos, por provocar.

También han habido sanciones por casos de doping dentro de los mundiales. Ernst Jean-Joseph