Brasil jugará el próximo lunes contra Camerún su centésimo partido en Mundiales con la obligación de puntuar para garantizarse la clasificación a octavos de final en su torneo. Esta marca sólo lo ha alcanzado Alemania, que jugó su partido número cien en mundiales en la primera jornada del mundial 2014, en su victoria por 4-0 sobre Portugal.

La selección brasileña es la única que no se ha perdido ni una edición del torneo, ha sido una presencia fija desde Uruguay 1930 y ahora como anfitriona está comenzando su andadura en su vigésima Copa del Mundo. En sus primeros 99 partidos mundialistas Brasil ha cosechado cinco títulos mundiales, en 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002, con un balance de 68 victorias, 16 empates y quince derrotas.

El país que reinventó el fútbol y se lo apropió, también alcanzó la final en 1950, la célebre derrota ante Uruguay conocida como el Maracanazo, y la de 1998 en la que la Francia de Zinedine Zidane les privó del título.

En el partido de su centenario, la Canarinha necesita al menos de un empate para garantizar la clasificación y una victoria para asegurarse el primer lugar de su grupo, sin depender de otros resultados. La tarea se presenta fácil sobre el papel, sobre todo después del triunfo arrollador de Croacia sobre Camerún (4-0) este miércoles en Manaos, que tuvo como gran beneficiada colateral a Brasil.

Con esta derrota, la segunda consecutiva en el Mundial, Camerún quedó desahuciado, sin posibilidades de pasar a octavos y por ello el equipo de Samuel Etoo se quedó casi sin alicientes para presentar batalla a los anfitriones en el partido que jugarán el lunes en Brasilia.

El objetivo supremo es concluir el Mundial con 104 partidos en la mochila y el triunfo en la final del Maracaná, que tendría como rédito el "hexa", el sexto título mundial, ansiado desde 2006.

En su preparación para el partido centenario, Brasil regresó hoy a la ciudad de Teresópolis, en las montañas de Río de Janeiro, donde se entrenará hasta el sábado, antes de viajar a Brasilia.